En vacaciones, ya sea en la playa o en la piscina, hay que prestas especial atención a la salud ocular porque tendemos a relajar las costumbres y descuidar ciertas prácticas que tenemos interiorizadas durante el resto del año. La doctora Sara Bueno Fernández, Directora del Grado en Óptica y Optometría Universidad CEU San Pablo, ofrece consejos prácticos a los cerca de 30 millones de personas que en España usan gafas para corregir su visión o a los 3,5 millones que, además, utilizan lentes de contacto.
La doctora Bueno asegura que si somos de los que quieren seguir viendo bien con las gafas en interior o exterior y a todas las distancias, podemos acudir al óptico optometrista que nos aconsejará lo más conveniente:
Tipos de gafas graduadas para el sol
Gafas de sol graduadas clásicas
Gafas con lentes que cambian de color cuando les da la luz del sol (fotocromáticas)
Suplementos con lentes de protección solar tipo «clip» para muchos modelos, que se ajustan con unos pequeños imanes sobre la gafa graduada
Para bañarse: gafas de buceo o natación graduadas
Existe una gama muy amplia de gafas de protección solar adaptadas a cada tipo de deporte o actividad
Qué hacer con las lentillas
Si somos de los que prefieren las lentes de contacto en verano será necesario extremar las precauciones. La experta en Óptica y Optometría advierte: «no debemos nunca ducharnos, bañarnos o bucear con las lentillas puestas, ya sea en la piscina o en el mar, ni siquiera aunque tengamos los ojos cerrados. Lo menos importante es que hay muchas posibilidades de que se salga del ojo y se pierda».
Bueno Fernández añade que entre los posibles problemas se pueden sufrir úlceras corneales, infecciones bacterianas, y queratitis por Acantamoeba, que pueden incluso llegar a provocar la pérdida de visión. «La Acanthamoeba, es un protozoo que está frecuentemente en el agua y que en el 90 % de casos en que producen infecciones (pocas, afortunadamente) se dan en personas que usan lentes de contacto, especialmente blandas sin seguir los consejos de uso e higiene adecuados». Lo mejor, asegura la doctora, es ir a la playa o piscina sin las lentillas, con unas gafas graduadas con la adecuada protección solar, y si realmente necesitamos ver bien para nadar, la mejor recomendación es tener unas gafas de natación graduadas.