El marzo pasado se produjo ya una invasión de polvo que afectó a prácticamente toda la penínsulaGTRES

Cómo afecta la calima a la salud

Se caracteriza por la presencia de partículas sólidas muy pequeñas en suspensión en el aire

Los episodios de calima son cada vez más habituales en casi cualquier punto de la Península Ibérica. Estos eran comunes en las Islas Canarias, debido a la proximidad de esta comunidad al desierto del Sáhara. Sin embargo, en el resto de España se están convirtiendo en algo corriente. El marzo pasado se produjo ya una invasión de polvo que afectó a prácticamente toda la península y que dejó imágenes insólitas de cielos rojizos y calles cubiertas de arena.
La calima no es más que un fenómeno meteorológico que tiene lugar en la atmósfera y se caracteriza por la presencia de partículas sólidas muy pequeñas en suspensión pero lo suficientemente numerosas para dar al aire un aspecto opaco, como define Eltiempo.es. Esta combinación de polvo y arena produce el efecto de colorear el cielo de naranja y, en los casos en los que llueva, puede causar una precipitación de barro.
Esta calima se suele producir cuando en el norte de África aparecen vientos muy potentes que arrastran un gran volumen de arena y polvo, arrastrándolo hasta Europa

Síntomas

Los principales síntomas que producen este polvo sahariano en la salud son problemas respiratorios e inflamación en las mucosas, que incluye obstrucción nasal, picor en los ojos y tos. Las personas que sufren alergias o patologías respiratorias están más expuestas a sufrir dolor torácico, asma o broncoespasmos, que es la tensión de los músculos que recubren las vías respiratorias en los pulmones, que hacen que se tenga dificultades serias para respirar.
Además, una larga exposición a la calima puede estar relacionada con enfermedades cardiovasculares y en algunas personas pueden llegar a desencadenar crisis de ansiedad.

Protección

Lo mejor para evitar este tipo de problemas es tomar precauciones cuando se producen estos episodios de calima. Entre las recomendaciones para las personas vulnerables se encuentra evitar salir a la calle en la mediada de lo posible, no frotarse los ojos, mantener una buena hidratación y avisar al servicio de emergencias en caso de sentirse mal.
Para el resto de la población, es aconsejable cerrar las ventanas, evitar hacer ejercicio al aire libre y utilizar mascarilla para reducir la irritación.