
Resonancia magnética
Cuándo está indicada la resonancia magnética y qué riesgos debes conocer
La prueba diagnostica una amplia variedad de patologías
La resonancia magnética (RM) constituye una herramienta clave en la medicina moderna, al ofrecer imágenes detalladas del interior del cuerpo humano sin necesidad de intervención invasiva. Esta tecnología, que emplea potentes campos magnéticos y ondas de radiofrecuencia, se basa en un túnel abierto por ambos extremos en el que el paciente es introducido para captar imágenes de alta calidad de órganos y tejidos internos.
Juan Mesa Quesada, responsable de comunicación de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), explicó a Infosalus que esta técnica se ha convertido en una prueba común en la práctica clínica por su eficacia para obtener información precisa sobre el estado de los tejidos y la presencia de enfermedades. Según detalla, los equipos de resonancia se encuentran en los hospitales más grandes, mientras que no suelen estar disponibles en centros de salud.
Así se realiza la prueba
Antes de someterse a esta prueba, el paciente debe quitarse cualquier objeto metálico como pendientes, collares, gafas, anillos, piercings o dispositivos electrónicos, ya que podrían interferir con el funcionamiento del equipo. Además, el paciente suele cambiar la ropa de calle por una bata de hospital para evitar interferencias.
Una vez en la sala, el paciente se recuesta en una mesa móvil que se introduce en el túnel. Según describe el especialista, para mejorar la resolución de las imágenes se emplea una especie de antena que se coloca sobre la zona del cuerpo a estudiar. Este proceso es indoloro y el paciente no percibe las ondas de radio ni el campo magnético. Sin embargo, la máquina emite un ruido considerable durante el procedimiento, por lo que suelen proporcionarse tapones o cascos para reducir la incomodidad.
El paciente cuenta con un timbre de seguridad para alertar al personal en caso de malestar, y está constantemente vigilado mediante una cámara o una ventana. Además, micrófonos y altavoces en el interior del equipo permiten mantener la comunicación con el personal sanitario. Mesa Quesada también advierte que algunas personas pueden experimentar claustrofobia, para lo cual se pueden recetar tranquilizantes o utilizar dispositivos como gafas virtuales que suavizan la experiencia.
En determinados casos, puede ser necesaria la administración de fármacos por distintas vías —oral, intravenosa o rectal— según el área a examinar. Aunque en algunas pruebas se requiere ayuno, lo habitual es que los pacientes puedan continuar con su medicación regular. Una vez finalizado el examen, se puede retomar la rutina diaria sin problemas.
Cuánto dura
La duración de la resonancia depende de la zona analizada y de la complejidad del estudio, con tiempos que oscilan entre 15 y 60 minutos. «Lo habitual es que el tiempo medio dentro de la máquina sea de 20-30 minutos», indica el experto, quien aclara que una prueba más larga no implica necesariamente un diagnóstico más grave.
El proceso de obtención de imágenes lo realiza un técnico superior en imagen para el diagnóstico, ubicado en una sala adyacente. Posteriormente, las imágenes son evaluadas por un médico radiólogo que elabora un informe. «Los resultados pueden tardar unos días en estar disponibles hasta que se analizan todas las imágenes», precisa el portavoz de la SERAM.
Respecto a las indicaciones clínicas, la resonancia permite diagnosticar una amplia variedad de patologías. Según explica Mesa Quesada, se recurre a ella cuando se sospecha una enfermedad o cuando los resultados de otras pruebas lo aconsejan. Puede distinguir entre tumores benignos y malignos, detectar inflamaciones, infecciones, infartos cerebrales, alteraciones en los vasos sanguíneos o lesiones musculares, entre otras aplicaciones. «Se pueden obtener imágenes de casi todo el cuerpo, desde cabeza, tórax, abdomen y pelvis, hasta las extremidades», señala.
Técnica muy segura
En cuanto a la seguridad, subraya que la resonancia magnética es una técnica muy segura, incluso para niños y mujeres embarazadas, ya que no utiliza radiación ionizante como los rayos X. No obstante, es fundamental identificar la presencia de metales en el cuerpo del paciente. «Los metales 'ferromagnéticos' no se pueden introducir en el equipo, ya que saldrían disparados a la máquina», advierte, aunque aclara que no todos los metales presentan este riesgo. Elementos como el oro, la plata o el titanio son compatibles.
Mesa Quesada también destaca que muchas prótesis modernas y dispositivos como válvulas cardíacas o stents suelen ser compatibles con los equipos actuales, pero aquellos más antiguos deben evaluarse caso por caso. También se requiere precaución con marcapasos, bombas de medicación o audífonos, algunos de los cuales necesitan ajustes previos.
Tinta de ciertos tatuajes
Un aspecto poco conocido es la tinta de ciertos tatuajes, especialmente los de colores oscuros, que podría contener componentes metálicos interferentes. Por eso, es esencial que el médico tenga conocimiento de cualquier elemento extraño en el cuerpo del paciente antes de prescribir la prueba.
En cuanto al uso de contrastes intravenosos como el gadolinio, el doctor recuerda que las reacciones adversas son muy poco frecuentes y suelen tratarse con éxito. No obstante, es importante advertir si se ha tenido una reacción alérgica anterior o si se padece una insuficiencia renal.
En definitiva, la resonancia magnética constituye una técnica de gran valor para el diagnóstico médico, siempre que se sigan las precauciones adecuadas para garantizar la seguridad del paciente.