¿Pasa algo si se come y cena lo mismo? ¿Qué es el método del plato?

Comer saludable a diario es clave para vivir más y mejor, sin embargo, el ritmo de vida actual no siempre permite cocinar todos los días y se tiende a comer de sobras. ¿Qué pasa si se come y cena lo mismo?

Según los expertos, hacerlo ocasionalmente no representa un problema, siempre que se varíen los alimentos semanalmente. La dietista-nutricionista Adriana Oroz Lacunza, en su libro Cómo aplicar el método del plato (Zenith), ofrece pautas para organizar un menú semanal equilibrado. Señala que es importante no repetir constantemente los mismos alimentos: «Si una semana comes dos veces lo mismo, la siguiente intenta priorizar otros ingredientes. Lo que realmente enriquece nuestra alimentación es la variedad, incluir todos los grupos de alimentos y asegurar así una nutrición completa».

Comer lo mismo en la comida y en la cena no es perjudicial. Todo depende de las circunstancias personales y los gustos, pero lo importante es ir introduciendo variedad cada semana.

La autora del libro recalca que no existen alimentos que engorden por sí solos. Lo esencial es ajustar las porciones y cantidades a las necesidades y objetivos individuales. Por eso, recomienda el método del plato como una herramienta para lograr comidas equilibradas. «Este método no solo sacia físicamente, también emocionalmente, porque te permite comer de todo de forma balanceada», añade.

En su consulta, Oroz considera el método del plato como su «recurso estrella», ya que ayuda a sus pacientes a mejorar su alimentación de manera flexible. Recalca que repetir una comida en la cena no tiene consecuencias negativas, siempre que se mantenga la diversidad de alimentos a lo largo de la semana. Este método fue creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard como una guía para preparar comidas saludables, tanto en casa como para llevar.

Qué es el método del plato

Según Oroz, el método consiste en dividir el plato (o la comida en general) en tres partes: la mitad debe estar compuesta por vegetales —crudos o cocidos—; un cuarto por alimentos ricos en hidratos de carbono complejos como arroz, pasta integral, quinoa, cuscús o tubérculos; y el otro cuarto por proteínas de calidad como carnes, pescados, huevos, mariscos o proteínas vegetales como legumbres, tofu o soja texturizada.

Todo ello acompañado de una fuente de grasa saludable, como el aceite de oliva virgen extra. «Es un método visual que nos ayuda a mantener las proporciones adecuadas, haciendo que los vegetales sean los protagonistas. No necesariamente tiene que aplicarse en un solo plato, sino que puede adaptarse a varios componentes del menú», aclara.

El método del plato, destaca Oroz, es fácil de entender y aplicar, además de una herramienta útil para fomentar una alimentación variada y equilibrada. Capaz de proporcionar saciedad y variedad sin caer en restricciones, además de ideal para integrarse en hábitos saludables, sin imposiciones.

La dietista-nutricionista reconoce que en situaciones sociales o comidas fuera de casa puede que no se aplique estrictamente, lo cual no representa un problema.

Si un día no se puede seguir, no pasa nada. Lo importante es mantener un patrón saludable en el día a díaAdriana Oroz LacunzaDietista-nutricionista

Una forma práctica de aplicar el método es, por ejemplo, empezando con un plato de verduras (que cubre la mitad del requerimiento), seguido de un segundo con proteína (carne, pescado, huevos), y acompañar uno de los dos con un alimento fuente de hidrato de carbono. También considera que algunos platos únicos, como los de legumbres o cereales, pueden adaptarse a este método si se combinan adecuadamente con verduras.

«La legumbre aporta tanto hidratos como proteína, así que puede constituir una comida completa por sí sola. En cambio, los cereales tienen menos proteína, pero no pasa nada si en una ocasión no se complementan perfectamente, porque el resto del menú diario lo compensará», señala.

¿Y qué pasa con platos como paella, fideuá, tortilla de patatas, croquetas o pizza? «No tienes que renunciar a ellos. A veces no es posible aplicar el método del plato y no por eso estás comiendo mal. Es importante seguir disfrutando de los alimentos tradicionales que te gustan. El método es una guía, no una obligación», concluye.

Finalmente, recomienda adoptar el método poco a poco. Implementarlo de forma progresiva y adaptarlo a las recetas que cada persona ya conoce es una buena manera de lograr una alimentación saludable y sostenible.