Cómo prevenir la pérdida de audición en mayores: consejos clave de los expertos

La pérdida de audición constituye un problema de salud relevante entre la población de edad avanzada. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca del 33 % de las personas mayores de 65 años padece hipoacusia con carácter discapacitante, una condición que obstaculiza la comunicación, deteriora las relaciones sociales y afecta negativamente al estado emocional.

La presbiacusia, nombre que recibe esta disminución auditiva relacionada con el envejecimiento, progresa de manera gradual. Si no se detecta ni se trata a tiempo, puede conducir al aislamiento, la depresión o incluso incrementar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Así lo advierte Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, quien subraya la importancia de las revisiones: «La audición es clave para mantener la interacción social y la estimulación mental en las personas mayores, por lo que debemos fomentar y normalizar las revisiones periódicas».

Sin embargo, muchas personas asumen que esta merma auditiva es inevitable con la edad y no buscan atención médica, lo que retrasa tanto el diagnóstico como la intervención, permitiendo que la afección avance sin que el afectado sea plenamente consciente del daño que experimenta. Esta situación termina afectando su capacidad para llevar una vida autónoma y activa.

Francisco Márquez, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, explica los factores que agravan la pérdida de audición: «El envejecimiento provoca un deterioro progresivo de las células ciliadas en el oído interno, responsables de captar y transmitir el sonido al cerebro. Factores como la exposición prolongada a ruidos fuertes, enfermedades como la diabetes o la hipertensión, y la predisposición genética pueden acelerar esta pérdida auditiva. Aunque es irreversible, existen tratamientos como los audífonos o los implantes cocleares que pueden ayudar a mejorar la audición y la comunicación en personas mayores».

Recomendaciones

A pesar de que la presbiacusia forma parte del proceso natural del envejecimiento, existen diversas recomendaciones que pueden contribuir a ralentizar su evolución o a mitigar factores externos que la agraven. Entre ellas se destacan:

Revisiones auditivas periódicas: Es recomendable acudir al otorrinolaringólogo anualmente a partir de los 50 años. Detectar tempranamente cualquier deterioro auditivo facilita la intervención precoz y previene complicaciones mayores.Protección frente al ruido: El daño causado por la exposición continua a sonidos elevados es una de las principales causas de hipoacusia. Se aconseja evitar ambientes ruidosos y utilizar protección adecuada, como tapones o auriculares con aislamiento, en contextos sonoros intensos.Uso responsable de auriculares: Escuchar música o contenido sonoro a gran volumen mediante auriculares contribuye significativamente a la pérdida auditiva, tanto en jóvenes como en adultos mayores. Se recomienda limitar el volumen a un máximo del 60 % de la capacidad del dispositivo y preferir dispositivos con cancelación de ruido, lo que permite escuchar a niveles más bajos incluso en entornos ruidosos.Higiene auditiva adecuada: Mantener una buena limpieza del oído ayuda a prevenir infecciones o acumulaciones de cerumen que puedan afectar la capacidad auditiva. Es importante no introducir objetos, como hisopos, que pueden causar daño o empujar el cerumen hacia el interior del canal auditivo. Las limpiezas deben realizarse bajo la supervisión de un profesional sanitario.

En definitiva, aunque el envejecimiento conlleva cambios fisiológicos naturales, entre ellos la presbiacusia, una actitud preventiva y la adopción de medidas adecuadas pueden reducir significativamente su impacto y favorecer una mejor calidad de vida en la vejez.