La catarata es la principal causa de pérdida de visión reversible en el mundo, y su solución es quirúrgica
Operación de cataratas: la forma de olvidarse de las gafas a partir de los 65 años
La cirugía personalizada y mínimamente invasiva permite una recuperación visual casi inmediata
A medida que se van cumpliendo años, los ojos también van envejeciendo. Tarde o temprano la agudeza visual se va reduciendo y se desarrolla una catarata. Esto es cuando el cristalino del ojo se vuelve opaco, lo que causa visión opaca, borrosa y pérdida de colores (color amarillento). Otros síntomas que se pueden dar son la visión doble, mala visión nocturna y la sensibilidad a la luz.
Según explican desde el Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), la forma más común de catarata es la senil, que generalmente se manifiesta entre los 65 y 70 años. Los profesionales añaden que, sin embargo, esta edad no es una regla estricta. «Algunas personas pueden empezar a desarrollar cataratas a una edad más joven, alrededor de los 55 años. Por otro lado, hay casos en los que las personas no las experimentan hasta llegar a los 80 años».
Cómo es la cirugía
En los últimos años, la cirugía de cataratas ha experimentado un notable progreso gracias al desarrollo tecnológico y a la posibilidad de adaptar cada intervención a las necesidades específicas de los pacientes.
El Dr. Alfredo Castillo, jefe de Servicio de Oftalmología de Olympia Quirónsalud, explica: «La catarata es la principal causa de pérdida de visión reversible en el mundo, y su solución es quirúrgica. Hoy podemos decir que no solo operamos para quitar la catarata, sino para mejorar la calidad visual global del paciente».
Cirugía personalizada y mínimamente invasiva de cataratas
La operación consiste en retirar el cristalino afectado por la opacidad y reemplazarlo con una lente intraocular. Gracias a nuevas técnicas, como el láser de femtosegundo y las lentes premium, es posible corregir de manera simultánea defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o incluso la presbicia, dejando así de utilizar gafas o reduciendo la dependencia de ellas.
El doctor Carlos Palomino, también jefe de Servicio de Oftalmología en el mismo centro, resalta que «cada vez más pacientes buscan no solo curar su catarata, sino prescindir de las gafas. Hoy es posible personalizar la cirugía para adaptarla a las necesidades visuales y al estilo de vida de cada persona».
El procedimiento se realiza con anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario. La recuperación es generalmente rápida: muchos pacientes perciben una notable mejoría en la visión entre las primeras 24 y 48 horas, lo que les permite reincorporarse a sus actividades cotidianas en pocos días.
Ambos especialistas coinciden en que la clave del éxito radica en una adecuada evaluación previa y en una planificación quirúrgica individualizada. En Olympia Quirónsalud, la combinación de un enfoque multidisciplinar con la integración de sistemas tecnológicos avanzados garantiza que la cirugía se lleve a cabo bajo los más altos estándares de calidad y seguridad.
Operar una catarata hoy no es lo mismo que hace 20 añosJefe de Servicio de Oftalmología de Olympia Quirónsalud
«Operar una catarata hoy no es lo mismo que hace 20 años. Es una oportunidad para devolver visión de calidad y, en muchos casos, mejorarla respecto a la que tenía antes de la enfermedad», concluye el doctor Alfredo Castillo.
De este modo, la cirugía de cataratas ha dejado de ser un procedimiento limitado únicamente a restaurar la visión perdida y se ha convertido en una oportunidad para optimizarla, permitiendo a los pacientes disfrutar de una vida diaria con mayor autonomía y confort visual.