La Covid no solo afecta el sistema respiratorio, sino que también altera significativamente el cerebroiStock

La Covid-19 deja una huella duradera en el cerebro humano, aunque se supere sin problema la infección

El virus no solo afecta el sistema respiratorio, sino que también altera significativamente el cerebro en personas que se han recuperado completamente

En 2019 un virus hasta entonces desconocido paralizó el mundo dejando tras de sí millones de muertos. Han pasado algo más de cinco años y aún los científicos siguen estudiando cómo se comporta y afecta el SARS-CoV-2 y sus múltiples variantes. Ahora, los investigadores han presentado un nuevo trabajo en el que confirman que la COVID-19 no solo compromete el sistema respiratorio sino que también deja secuelas en el cerebro de quienes han superado la infección, evidenciando así el alcance neurológico prolongado que puede tener el virus incluso tras la recuperación clínica.

La COVID-19 no solo afecta el sistema respiratorio, sino que también altera significativamente el cerebro en personas que se han recuperado completamente de la enfermedad infecciosa, lo que pone de relieve el impacto neurológico a largo plazo del virus.

Investigadores del Centro Nacional de Neuroinmunología y Enfermedades Emergentes (NCNED) de la Universidad Griffith utilizaron técnicas avanzadas de resonancia magnética para determinar las implicaciones neurológicas del COVID-19 en comparación con aquellos que nunca habían sido infectados.

La investigación proporcionó evidencia convincente de que, incluso en ausencia de síntomas persistentes, la infección previa con el virus podría dejar una huella medible en el cerebro.

Resonancias magnéticas

El autor principal, el Dr. Kiran Thapaliya, explica: «Utilizamos técnicas de resonancia magnética multimodal para examinar las regiones cerebrales de materia gris y blanca que son críticas para la memoria, la cognición y la salud cerebral general y encontramos diferencias claras entre todos los grupos de participantes».

«El método único de resonancia magnética identificó alteraciones significativas en los neuroquímicos cerebrales, la intensidad de la señal cerebral y la estructura del tejido, no solo en personas con COVID persistente, sino también en aquellas que se consideraban completamente recuperadas», afirmó.

La investigación también reveló que el tejido cerebral alterado se asoció con la gravedad de los síntomas en personas con COVID persistente, lo que sugiere que el virus puede dejar un efecto silencioso y duradero en la salud cerebral.

Estos hallazgos ofrecen información vital sobre cómo afecta la COVID 19 al sistema nervioso central y pueden ayudar a explicar los problemas cognitivos, como la memoria y la concentración, notificados tanto poco después de la infección como meses o incluso años después.