En invierno aumentan los casos de resfriado y gripe
El huevo, un aliado natural contra gripes y resfriados
Con la llegada del mes de diciembre no solo se produce un descenso generalizado de las temperaturas y un aumento de los días desapacibles, sino que también reaparecen los virus respiratorios más comunes, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de nuestro sistema inmunitario. Esta coincidencia estacional suele traducirse en un incremento de los casos de resfriado y gripe, reflejo de que el organismo no siempre logra hacer frente a la carga viral que se intensifica durante estos meses.
En este contexto, la protección frente a virus y bacterias depende en gran medida del adecuado funcionamiento del sistema inmunitario, nuestra primera línea de defensa frente a las infecciones. Por ello, es crucial adoptar medidas preventivas que minimicen los riesgos de contagio y fortalezcan las defensas naturales del cuerpo.
Entre las recomendaciones más eficaces destacan las de carácter higiénico. Evitar cambios bruscos de temperatura, lugares con alta concentración de personas o visitas innecesarias a centros sanitarios ayuda a reducir la exposición a patógenos. Asimismo, se aconseja utilizar pañuelos desechables al toser o estornudar y, en su defecto, cubrirse con el antebrazo para no contaminar las manos. Igualmente, es importante lavarse las manos con frecuencia y no compartir utensilios como cubiertos o vasos.
Junto a estas prácticas, una alimentación adecuada representa un factor determinante para mantener en buen estado las defensas. Una dieta equilibrada garantiza el aporte suficiente de nutrientes esenciales para el sistema inmunitario. En este sentido, vitaminas como la A, B12 y D, así como minerales como el hierro, el zinc y el selenio, juegan un papel relevante. También los folatos son indispensables para el correcto funcionamiento inmunológico.
Qué aporta el huevo
Un alimento que reúne todos estos nutrientes en cantidades significativas es el huevo. Según los valores de referencia establecidos para una persona adulta, dos huevos de tamaño medio (aproximadamente 100 gramos de parte comestible) aportan el 28,4 % del valor diario recomendado de vitamina A, el 36 % de vitamina D, el 84 % de vitamina B12, el 25,6 % de folatos, el 15,7 % de hierro, el 20 % de zinc y el 18,2 % de selenio. Todos estos nutrientes, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Más allá de su perfil nutricional, el huevo destaca por su versatilidad culinaria y su facilidad de conservación y preparación. Se trata de un alimento ampliamente aceptado por la población que, además de las vitaminas y minerales mencionados, contiene proteínas de alto valor biológico, grasas en su mayoría insaturadas y todas las vitaminas esenciales, a excepción de la vitamina C.
Sobre los beneficios de este alimento, la doctora Ana M.ª López Sobaler, catedrática de Nutrición y Bromatología en la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Comisión Delegada del Consejo Asesor Científico del Instituto de Estudios del Huevo, señala: «El huevo es un alimento muy nutritivo, rico en vitaminas y minerales esenciales que nuestro organismo asimila fácilmente; algunos de ellos regulan la respuesta inflamatoria y el estrés oxidativo. Nos puede ayudar a mantener nuestras defensas en buen estado si lo incorporamos en una dieta variada y equilibrada, con hidratación adecuada y si seguimos un estilo de vida activo».
Cabe recordar que los Valores de Referencia de Nutrientes (VRN) indican la cantidad diaria recomendada de cada nutriente para una persona sana y se utilizan como referencia en el etiquetado nutricional de los productos alimenticios.
Así pues, con la bajada de temperaturas y la mayor circulación de virus, no solo conviene abrigarse, sino también protegerse desde dentro mediante una alimentación rica y variada, en la que alimentos como el huevo pueden convertirse en un valioso aliado para mantener la salud inmunitaria durante los meses fríos.