La ministra de Igualdad, Irene Montero.
Sociedad
Montero, sobre el aumento de asesinatos machistas: «No hay una varita mágica»
La ministra revela que todavía no se ha reunido con representantes de Interior para analizar el problema
Después de uno de los peores diciembres que se recuerdan en cuanto a víctimas de violencia machista, enero no ha comenzado mejor. De momento han sido asesinadas cinco mujeres y el Ministerio de Igualdad parece incapaz de encontrar una explicación a tan funesta estadística. Montero, por su parte, reconoce que se han hecho mal algunas cosas pero echa balones fuera: «No hay una varita mágica».
En una entrevista en la Cadena SER, Montero ha asegurado que están analizando «el detalle de los casos para ver qué ha fallado». «No hay una sola medida que pueda ser una varita mágica y que puedan evitar todos los asesinatos porque la violencia machista es estructural, pero sí dejar de normalizar la violencia machista. No normalicemos unos gritos o un empujón, ante la más mínima señal hay que decir a las víctimas que estamos a su lado. Paremos los pies a los agresores».
La ministra sigue el discurso adelantado ayer por la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, que advertía de la falta de «fórmulas mágicas» para evitar esta lacra al tiempo que pedía más recursos. En esta misma línea se ha manifestado Montero, quien ha revelado que aún no se ha reunido con Interior –aunque, según el protocolo, deberían haberlo hecho hace semanas–.
«La coordinación es una tarea que asumimos como propia y ahora convocamos un comité de crisis, tienen que funcionar los protocolos de derivación. Hay cosas que se pueden mejorar como las soluciones habitacionales o servicios de emergencia para mujeres con discapacidad. Estamos avanzando, pero tenemos la obligación de mejorar», ha señalado.
Lo cierto es que, a pesar de estas inconsistentes excusas, muchas de las mujeres asesinadas el pasado mes habían presentado previamente una denuncia, lo que muestra un preocupante fallo del sistema. Este año, Igualdad contará con el mayor presupuesto de su historia, con 573 millones.
Esta situación ha encendido especialmente a las asociaciones feministas, que este lunes exigieron un seguimiento de los fondos del Pacto de Estado destinados a acabar con la violencia machista. «Nos consta que ese dinero se está destinando a marketing publicitario, a talleres de catas de chocolate o a pintar bancos públicos, en lugar de proteger a las víctimas de violencia de género, a formación de profesionales o a centros de acogida», comentó entonces Vicenta Monge, presidenta de Resistencia Feminista.
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