En análisis incluyó a 3.452 canes de EE.UU.
El cáncer es la principal causa de muerte en los perros adultos
La detección temprana mediante cribados podría ayudar a emplear tratamientos efectivos
Qué un perro padezca cáncer o no podría estar asociado a su tamaño, sexo y raza. Con esta fórmula los más grandes, machos y de pura raza tendrían más posibilidades de enfermar que el resto de los canes.
Esta conclusión, publicada en la revista PLOS, propone que las pruebas de detección de cáncer en los perros comiences a los siete años, cuando el riesgo de padecer la enfermedad aumenta.
El cáncer es la enfermedad que más perros mata. Sin embargo, al igual que pasa en los humanos, la detección temprana mediante cribados podría ayudar a emplear tratamientos efectivos. Uno de los últimos avances es el análisis de sangre no invasivo. Esta novedad es capaz de detectar el ADN del tumor mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Para establecer las pautas, Jill Rafalko, que ha liderado el estudio, trataron de determinar la mediana de edad de los perros –teniendo en cuenta sus características– en el momento justo que se les diagnostica cáncer.
Los investigadores, que analizaron a 3.452 perros con cáncer de Estados Unidos, descubrieron que la mediana de edad en el momento del de diagnosticar cáncer a los perros de 75 kilogramos fue de cinco años; a los que tenían un peso entre 2,5 y cinco kilogramos fue de 11 años. Por otro lado, la edad media para los perros de raza pura fue de 8,2 años, frente a 9,2 años de los canes de raza mixta.
Supervivencia según la raza
Dependiendo de las razas los perros pueden vivir más o menos. Los investigadores descubrieron que los mastines, san bernardo, grandes daneses y bulldogs tenían la mediana de edad de diagnóstico de aproximadamente seis años. Mientras que los loberos irlandeses, vizslas y boyeros de Berna la tenían de 6,1 a siete años. El can que más mediana de edad de diagnóstico tenía fue el bichón frisé, con 11,5 años.
En cuanto al sexo, las perras pueden contraer cáncer a edades más avanzadas que los machos, y los perros castrados fueron diagnosticados más tarde que los que no estaban esterilizados.
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