Los osos pardos estaban casi extintos en los Pirineos hasta que un programa introdujo nuevos animales
La población de osos en el Pirineo sigue aumentando: 76 nuevos ejemplares en 2022
Para 2021, la población en las dos vertientes de la cordillera se había estimado en 74 animales. En 2018 eran una cuarentena y en 2005 una decena
La población de osos en los Pirineos crece. Según los últimos datos ofrecidos por la Oficina Francesa de la Biodiversidad, al menos 76 nuevos ejemplares han surgido en el año 2022. Esto vendría a confirmar el crecimiento que se había constatado en los últimos años.
En un informe publicado este viernes, este organismo público francés señala que se tiene constancia de la muerte de un oso el pasado año, que fue localizado en el municipio francés de Melles, en el departamento del Alto Garona.
Se trataba de un individuo nacido en 2020 y con su autopsia se excluyó que esa muerte hubiera sido causada por el hombre. La hipótesis que prevalece es que el animal tuvo un altercado con otro oso y se despeñó por un cañón.
Para 2021, la población en las dos vertientes de la cordillera se había estimado en 74 animales. En 2018 eran una cuarentena y en 2005 una decena.
La Oficina Francesa de la Biodiversidad explica que en 2022 se identificaron al menos ocho camadas con 13 oseznos como mínimo, y que había 39 animales sexualmente maduros –que se podrían reproducir–, de los cuales 16 machos y 23 hembras, que en su caso no tienen crías más que cada dos años.
El hecho de que el 83 % de todos los osos de los Pirineos tengan menos de diez años y de que haya una gran proporción de jóvenes machos menores de cuatro años hace presagiar a los autores del informe que el área que ocupan aumentará en los próximos años, debido a la capacidad que tienen estos de dispersarse.
El año pasado se contabilizaron en la vertiente francesa 331 ataques de osos al ganado, esencialmente rebaños de ovejas pero también a cuatro vacas, una cifra casi idéntica a la de 2021 (333) con 590 animales muertos.
La Oficina Francesa de la Biodiversidad destaca que mientras entre 2006 y 2016 el número de ataques en toda la cordillera (Francia, España y Andorra) se mantuvo relativamente estable, a partir de 2016 ha habido un fuerte aumento que se ha concentrado en la vertiente norte.
En 2022 hubo un alza de esas agresiones al ganado en España (28, 10 más que en 2021), pero el fenómeno siguió siendo mucho más restringido que en Francia.
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