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Enfermeras y enfermeros en el pasillo de un hospitalSATSE

Sanidad

El fracaso de los centros atendidos solo por enfermeros: resuelven entre el 30 y el 10 % de los casos

Estos profesionales pueden recetar determinados fármacos, pero no un antibiótico que es obligado, por ejemplo, en el caso de una infección de orina

Los centros de salud atendidos solo por enfermeras no funcionan y es que derivan entre el 70 y el 90 por ciento de los pacientes al médico de familia o a las urgencias, según denuncian los sindicatos médicos que observan como esta situación se ha convertido en «estructural» en las comunidades de Madrid y Andalucía.

En una entrevista con Efe, la secretaria técnica de Atención Primaria de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Ana Giménez, precisa que en la Comunidad de Madrid también se da la circunstancia de que se permiten UVI móviles solo con enfermera, que, ante una situación grave, se ven obligadas a pedir una segunda UVI, esta vez con médico, «lo que supone un desperdicio de recursos».

Esta situación se repite en Andalucía, donde en caso de encontrarse con una urgencia médica deben de llamar a otro equipo dotado con facultativo, según el presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), Rafael Ojeda, lo que es «inaceptable» en términos de seguridad del paciente.

Giménez subraya que lo peor de todo es «la opacidad» y que la administración, en este caso la de Madrid, «no publicite» que el centro no cuenta con médico: «esto es un fraude y pone en peligro a la población», dice.

La semana pasada, en el centro de urgencias de Majadahonda (Madrid), atendido solo por enfermeras, falleció en el aparcamiento un paciente de infarto de miocardio. No es la primera vez que ocurre un caso así, y según Giménez, ya se han contabilizado sucesos similares en la Comunidad Valenciana y Galicia.

«Si el equipo está cojo y falta el médico, el riesgo asistencial y del paciente es evidente», explica a Efe el médico de urgencias extrahospitalarias dependiente de Atención Primaria y responsable del sector en la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Angel Bayo.

Si bien las consultas exclusivamente de enfermeras están asentadas en Madrid y Andalucía, son puntuales en otras comunidades. En Murcia, Comunidad Valenciana o Baleares solo se dan en determinadas épocas del año, mientras que en Galicia y Cantabria surgen en circunstancias excepcionales..

Desde los sindicatos ponen el foco en la falta de datos oficiales y en la tendencia de las administraciones a «maquillar las cifras».

En declaraciones a Efe, la presidenta de Atención Primaria de Amyts, Isabel Vázquez, estima que los centros solo con enfermeras llegan a derivar al médico de familia o a las urgencias hasta el 70 % de sus pacientes, porcentaje que en Andalucía sube al 95 %.

Según el presidente del SMA, Rafael Ojeda, los centros atendidos por enfermeras resuelven solo el 5 % de los casos que atienden: el 2,6 % recibe el alta y un 1,3 % es diagnosticado en la consulta enfermera. Por contra, el 94,04 % es derivado al médico de familia, ya sea de forma urgente (69,2 %) o programada (26,8 %).

Según Ojeda, estos datos han sido contestados por la Junta de Andalucía, que ha elevado al 55 % el porcentaje de resolución por el profesional de Enfermería.

Para Ojeda, «el truco» de los resultados facilitados por la Junta es que la enfermera marca «como resuelta» en la hoja de registro una atención en función de su capacidad competencial, aunque en realidad, lo que hace es derivarla al médico, que es adonde acaban llegando multitud de pacientes, aunque estadísticamente la situación pueda aparecer como resuelta en enfermería.

¿Son banales las patologías reservadas a las enfermeras?

Hemorragia nasal, cuerpo extraño en oído, ojo o fosas nasales, candidiasis vaginal, estreñimiento, diarrea aguda, sospecha de embarazo o anticoncepción de urgencia, trauma leve, herpes, quemadura, ansiedad o mordedura, picadura o laceración animal y humana son algunas de las enfermedades que recoge el catálogo Atención a Procesos Agudos de Demanda (Apade) y sobre las que la enfermera tendría capacidad de resolución.

Según la presidenta de Atención Primaria de Amyst, Isabel Vázquez, en este catálogo «hay demasiadas cosas» y sobre muchas de ellas la enfermera no puede hacer una intervención finalista, y tiene que derivarlo al facultativo.

Y es que aunque parezcan patologías banales, no lo son y, en muchos casos, son síntomas que esconden una enfermedad que es más fácil de detectar por un facultativo.

Otro asunto es la prescripción enfermera, estas profesionales pueden recetar determinados fármacos, pero no un antibiótico que es obligado, por ejemplo, en el caso de una infección de orina.

El catálogo de enfermedades varía según qué comunidad, aunque son muy similares. Andalucía incorpora la hipoglucemia o la elevación aguda de la hipertensión arterial, pero también exploraciones genuinamente médicas.

En todos estos catálogos, la ansiedad aparece como un asunto a tratar por enfermería, es decir, no se le da la importancia médica que las estrategias actuales en salud mental sostienen.

Vázquez admite que un APADE «bien hecho» podría ser una herramienta para potenciar las competencias de enfermería, que van en paralelo a las del médico, pero siendo diferentes.

Las enfermeras se defienden

Desde el Consejo General de Enfermería, su presidente, Florentino Perez Raya, defiende que las enfermeras están formadas y capacitadas para dirigir centros sanitarios o hacer labores de coordinación en Atención Primaria. Además, asegura que en otros países, como el Reino Unido, aduce Pérez Raya, funcionan con normalidad y buenos resultados.

Y recuerda que en los hospitales las tareas de cribaje las hacen las enfermeras y respecto a la prescripción de ciertos medicamentos, la legislación es clara y las guías especifican los pormenores de esta regulación que redunda en la seguridad del paciente y la agilidad del sistema.