Un científico trabajando en biotecnologías
Bruselas blinda sus tecnologías críticas contra China: la IA, la biotecnología y los sistemas cuánticos
La Comisión Europea propone llevar a cabo una «evaluación de riesgos» en cuatro areas tecnológicas para garantizar la seguridad de los estados miembros
Europa quiere proteger sus tecnologías más críticas. Por ello, la Comisión Europea, encabezada por Věra Jourová, Thierry Breton y Valdis Dombrovksis, ha delineado una nueva estrategia para proteger ciertas áreas de la tecnología mediante ejercicios y evaluaciones de riesgo.
¿Su mayor preocupación? La amenaza que perciben desde Pekín, ya que, según fuentes de la Comisión, «existe una gran dependencia de China entre los fabricantes de tecnologías. Debemos evaluar los riesgos que esto supone a través de un análisis geopolítico». Además, sus preocupaciones «incluyen también a Rusia».
Hoy, la Comisión ha aprobado una recomendación sobre áreas críticas de tecnología para la seguridad económica de la UE. La decisión viene de la Comunicación Conjunta sobre una Estrategia Europea de Seguridad Económica, que estableció un enfoque estratégico integral para el bloque.
Se enfoca en la evaluación de diez tecnologías «críticas», seleccionadas a raíz del riesgo que supone su naturaleza transformadora, su potencial para ser utilizadas militarmente y su peligro a la hora de violar los derechos humanos.
De estas diez, cuatro son las más urgentes y arriesgadas para la seguridad de los ciudadanos: las tecnologías avanzadas de semiconductores, la Inteligencia Artificial, las tecnologías cuánticas y las biotecnologías.
El Ejecutivo recomienda que los estados miembros, junto con la propia Comisión, realicen inicialmente evaluaciones de riesgo colectivas en estas cuatro áreas antes de finalizar el año. Su recomendación incluye también algunos principios orientativos para estructurar las evaluaciones de riesgo colectivas, incluida la consulta al sector privado y la protección de la confidencialidad.
Además, la Comisión participará en un diálogo abierto con los estados miembros sobre el calendario y alcance apropiados para futuras evaluaciones de riesgo, teniendo en cuenta, entre otros, el factor tiempo y lo mucho que podrían aumentar los riesgos.
Esta iniciativa se adapta al mantra que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, enunció en marzo —«reducir riesgos, no desvincularse» de China—. Lo que está claro es que la UE ha optado por la prudencia, y decidido dejar de compartir estas cuatro tecnologías con Pekín.
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