Un ganadero muestra la manera de identificar a las reses
Los ganaderos se plantan por una nueva imposición burocrática: «La norma va más allá de lo que pide Bruselas»
Según datos de la propia Comisión Europea, únicamente cinco países han establecido de manera obligatoria la medida
Los ganaderos de vacuno mueven ficha contra la nueva exigencia burocrática planteada por el Gobierno y que, a su juicio, incrementará sus costes y complicará aún más operaciones comerciales sin ofrecer ninguna ventaja a su actividad.
Los bovinos nacidos a partir del 30 de junio de 2025 tendrán que contar de manera obligatoria con un crotal electrónico en la oreja izquierda y un crotal convencional en la oreja derecha. Para los nacidos antes será opcional.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha anunciado que solicitará formalmente al Ministerio de Agricultura, a través de una carta dirigida al Director General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Valentín Almansa, la eliminación de esta obligatoriedad que «va mucho más allá de lo exigido por Bruselas».
El Reglamento Delegado (UE) 2019/2035 no impone esta obligación a nivel comunitario. Según datos de la propia Comisión Europea, únicamente cinco países han establecido de manera obligatoria la identificación electrónica en todo su territorio.
«La identificación electrónica no aporta garantías adicionales, pero sí más burocracia, más dependencia tecnológica y un coste adicional que el ganadero no puede asumir. Es una decisión sin consenso y sin planificación», apunta Joaquín Gargallo, responsable del sector vacuno de COAG.
La carta dirigida al Ministerio rechaza esta imposición al considerar que la obligación del crotal electrónico para el vacuno «supone un sobrecoste innecesario y una traba para el manejo del ganado». Según la organización profesional agraria, la identificación electrónica obligatoria no sólo carece de fundamento legal en la normativa europea, sino que representa un claro perjuicio para las explotaciones ganaderas, especialmente en el medio rural. «La trazabilidad ya está garantizada con el sistema actual de identificación convencional. Obligar a todo el sector a dar este paso sin una digitalización previa de la cadena es poner el carro antes que los bueyes», lamenta Gargallo.
COAG destaca los inconvenientes que genera la obligatoriedad del crotal electrónico a su actividad. Entre los problemas concretos que acarrea esta medida, la organización destaca el incremento del coste tanto en crotales electrónicos como en sus duplicados, la paralización de movimientos de animales que pierdan un crotal electrónico hasta su sustitución y la desventaja competitiva frente a animales importados que no tienen esta obligación.
Los productores exigen una digitalización real de toda la cadena, desde la explotación hasta los mataderos y oficinas veterinarias, antes de imponer la medida. Solo así podría hablarse de una transición útil hacia la automatización. COAG alude a su disposición al diálogo con el Ministerio, pero con una condición clara: que se elimine la obligatoriedad del crotal electrónico para el vacuno y se respete el principio de proporcionalidad y viabilidad que rige en la normativa europea.
«La simplificación administrativa debería ser real y no impostada. El Ministerio no puede decir en foros de ganadería extensiva que apuesta por soluciones dialogadas con el sector y luego aprobar disposiciones y obligaciones de forma unilateral», ha apostillado el responsable de vacuno de COAG.