Un termómetro en la calle, en Madrid (España)
La contundente respuesta de un agricultor al meteorólogo Mario Picazo sobre la temperatura del suelo
El debate sobre el impacto de la vegetación en las temperaturas urbanas ha encendido las redes sociales. Esta vez, el foco no estuvo en políticos ni en expertos de laboratorio, sino en un agricultor andaluz con dos décadas de experiencia en el manejo del suelo, el popular Tomy Rohde.
Su respuesta al reconocido meteorólogo Mario Picazo, quien compartió en su cuenta de X una publicación en la que destacaba los beneficios de los árboles en las ciudades, se ha hecho viral por su tono respetuoso, pero firme, y por aportar una visión que rezuma costumbrismo.
Picazo, famoso por su labor como divulgador climático, compartió una comparación fotográfica entre calles urbanas arboladas con sombra y otras directamente expuestas al sol, resaltando seis beneficios clave de plantar árboles en zonas urbanas. Uno de los puntos más llamativos de su publicación fue la afirmación de que la temperatura del suelo puede reducirse hasta en 20 grados gracias a la presencia de vegetación.
Ahí es donde Tom, con más de 56.000 seguidores en X y que recientemente se viralizó por un reto en el que regalaba aceite de oliva de su producción de por vida, entró en escena.
«Buenos días Mario, cuando usted quiera; le invito a hacer la prueba en un campo de olivar, donde practico agricultura orgánica y regenerativa desde hace unos 20 años ya. Y miramos la semana que viene, si mis suelos están a 22 grados como dice usted que deben estar según su foto. No entro en si baja o no la temperatura, es obvio que es menor; entro en eso que señala usted que baja 20 grados la temperatura. Un saludo», apuntó el cordobés en un tono tan respetuoso como contundente.
Lejos de la confrontación que tanto se da en redes, Tomy Rohde aportó su crítica a partir de la experiencia. En su mensaje no niega que los árboles reduzcan la temperatura —algo que reconoce como «obvio»—, sino que cuestiona la cifra concreta compartida por Picazo: una supuesta bajada de 20 grados en la temperatura del suelo. Lo hace invitándolo directamente a verificar la información sobre el terreno, en un entorno agrícola real, en lugar de basarse únicamente en fotos urbanas o modelos genéricos.
Tomy Rohde no es un desconocido para quienes siguen temas de agricultura sostenible en redes. El agricultor ofrece detalles sobre su labor agraria, ensalza la vida rural y pone en valor las tradiciones de los ciudadanos en aquellos lugares alejados del ruido de la gran ciudad. Además, el acostumbra a criticar la eficacia de las medidas anunciadas a bombo y platillo por los políticos, así como la actitud y las formas de los mismos.
Uno de los rasgos que caracterizan a Rohde es su defensa firme de la vida rural. Frente al discurso urbano que muchas veces romantiza la naturaleza desde la distancia, él ofrece una visión directa.
Este último intercambio con Picazo visibilizó el valor del conocimiento agrícola. La invitación de Tom sigue en pie. Más allá del cruce puntual, lo que plantea es una lo siguiente: que los técnicos salgan del despacho y se reencuentren con los agricultores.