«Devolver la PAC a los corrales»: los agricultores y ganaderos españoles dan guerra en Estrasburgo

El campo español ha estado presente en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, donde ha tenido lugar una protesta convocada por el Copa-Cogeca para exigir una Política Agraria Común (PAC) y un Marco Financiero Plurianual (MFP) «realistas y acordes con los retos que afronta el sector».

Una delegación de Asaja, la organización profesional agraria con mayor representación en España, se ha desplazado hasta la ciudad francesa para «rechazar el MFP presentado y devolver la propuesta de la PAC a los corrales».

Los agrarios consideran que la Unión Europea (UE) desarrolla políticas que no atienden sus principales preocupaciones, como el futuro a corto plazo de los que se dedican a las labores del campo y el relevo generacional.

Asaja considera que ya no caben medias tintas y reclama pasar a la acción. «Exigimos de forma inmediata que los europarlamentarios rechacen la propuesta del MFP en el próximo pleno del Parlamento Europeo en noviembre, y que el Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, haga lo propio en el Consejo Europeo de diciembre en Bruselas».

Los españoles presentes en Estrasburgo han incidido en que habrá un invierno conflictivo si los políticos no escuchan las demandas de los agricultores y ganaderos. «Las lindas palabras no bastan, necesitamos un compromiso serio y explícito en el presupuesto comunitario», indican.

Los manifestantes señalan que la realidad es compleja en sectores como el cerealista, castigados tras años de sequías con varias campañas de bajos precios. «Estamos golpeados por la imposición de acuerdos internacionales en los que la agricultura ha sido moneda de cambio», lamentan. A esta problemática se une el temor por los cambios negativos que supondría la nueva PAC de aprobarse en sus términos actuales.

El Copa-Cogeca tilda de inaceptable la propuesta de reforma de la PAC y marco presupuestario de la UE al entender que traspasa numerosas líneas rojas que ponen en peligro el futuro del sector.

«Se nos prometió una visión clara y una brújula fiable. En cambio, recibimos discursos grandilocuentes y acciones políticas que iban en la dirección contraria. La agricultura ha quedado relegada», concluyen. La pelota está ahora en el tejado de los colegisladores: el Parlamento Europeo y el Consejo, que tendrán que aprobar las propuestas.