Plan de vacunación de dermatosis nuclear contagiosa (DNC).

Plan de vacunación de dermatosis nuclear contagiosa (DNC).Europa Press

El Gobierno solicita a la UE que permita la vacunación preventiva en zonas libres de la dermatosis nodular

La Comisión impide esta aplicación en regiones en las que no se han dado casos

La expansión de la dermatosis nodular contagiosa se ha convertido en la primera de las preocupaciones del sector ganadero de bovino en España.

La dolencia, que solo afecta al ganado vacuno y en ningún caso se transmite a las personas ni por contagio ni a través del consumo de sus productos y derivados, ha provocado el sacrificio de más de 2.500 animales en la comarca gerundense del Alto Ampurdán, lugar donde se concentran los 18 focos declarados.

La dermatosis está catalogada como enfermedad de tipo A por la Comisión Europea, lo que obliga a sacrificar todo el ganado de una explotación en caso de detección e impide la solicitud de vacunas para regiones en las que no se han dado casos. Esta última condición es la que pretende modificar el Gobierno, que ha solicitado a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un plan de vacunación contra el virus a nuevas comarcas de Cataluña y Aragón. Actualmente, la vacunación alcanza al 80 % del censo bovino dentro de la zona de protección.

La Comisión solo autoriza la compra vacunas cuando ya ha habido casos, por lo que España, que sentía desde hace meses la llegada de la enfermedad con detecciones en Italia y Francia, no pudo hacer un aprovisionamiento previo de estas vacunas.

Durante la reunión del Comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria de España (RASVE) se han intercambiado impresiones sobre las distintas normativas publicadas por algunas comunidades autónomas sobre limitaciones de movimientos y concentraciones de animales. «Estas han de ajustarse en todo momento a la normativa europea y aplicarse de forma particular al ganado bovino, como única especie sensible a esta enfermedad», ha recordado Agricultura en un comunicado.

«Teniendo en cuenta la situación epidemiológica de la enfermedad, el comité RASVE recuerda la necesidad de extremar las medidas de bioseguridad en todas las explotaciones de ganado vacuno y en el transporte de animales, incluidas aquellas relacionadas con la desinsectación. Asimismo, ha recordado la obligación por parte de ganaderos y veterinarios de comunicar a los servicios veterinarios oficiales de cualquier sospecha de enfermedad. Su detección precoz resulta muy importante crítica para reducir su impacto y su difusión», concluye el Ministerio de Agricultura,

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