Batida de jabalí en GaliciaEuropa Press

Cumbre entre los cazadores y el Gobierno por la peste porcina africana con reproches a las trabas políticas

La Federación condena los impedimentos planteados con la munición de plomo y los perros de caza

La crisis total a la que parecía abocarse el porcino español después del foco de peste porcina africana (PPA) detectada en jabalíes en la sierra de Collserola (Barcelona) ha sido eludida por los ganaderos.

Las medidas de bioseguridad y las buenas prácticas aplicadas en las explotaciones han evitado que la enfermedad se mantenga alejada de los cerdos y, por el momento, haya sido localizada en España únicamente en jabalíes.

El logro alcanzado no impide que las actuaciones contra la PPA se mantenga, lo que ha dado lugar a que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación haya mantenido una reunión con los cazadores, claves para contener la sobrepoblación de jabalíes, para abordar la problemática.

El encuentro ha puesto de manifiesto el papel de la Real Federación Española de Caza (RFEC) como principal interlocutor del sector cinegético ante las administraciones públicas y ha puesto en valor la labor de Asiccaza, la interprofesional de la carne de caza, en su defensa de la comercialización de este producto

El Ministerio y la Federación han analizado la situación de la PPA en España, destacándose la importancia de la monitorización de las poblaciones de jabalí para dimensionar correctamente los esfuerzos de control y extracción.

Josep Escandell, presidente de la RFEC, ha subrayado el papel que ya desarrollan los cazadores aportando información demográfica, a través de las bolsas de caza y de diversos proyectos de investigación. El representante de los cazadores ha señalado la conveniencia de definir unas densidades aceptables de jabalí, que permitan gestionar las poblaciones en observancia de criterios ambientales, cinegéticos y sanitarios, y la necesidad de que las administraciones reconozcan y trasladen a la sociedad el papel fundamental que desempeñan los cazadores como herramienta de vigilancia, control poblacional y prevención sanitaria en el medio natural.

Tanto la Federación como Asiccaza han trasladado al Ministerio la necesidad de facilitar una gestión adecuada del excedente de jabalíes abatidos, para evitar que ninguna canal o subproducto queden en el campo, así como de articular medidas de apoyo al sector de la carne de caza, afectado por la caída de precios y las restricciones derivadas del contexto sanitario.

Según Escandell, para ser eficaces en el control del jabalí, los cazadores requieren de todas las herramientas disponibles, y ha aprovechado para reprochar que dos de las principales se están viendo comprometidas por las políticas nacionales y europeas: el plomo y los perros de caza. Los cazadores exigen una defensa sólida de sus intereses, especialmente en relación con la propuesta de restricción del uso de munición de plomo, reclamando alternativas viables y periodos transitorios justos.

La RFEC piden que el marco normativo comprenda las particularidades de los perros de caza, en materias clave como la tenencia y la cría y en casos tan específicos como el de las rehalas. «La reunión se ha desarrollado en un clima de sintonía y colaboración, y se ha cerrado con el compromiso de la RFEC y Asiccaza de elevar una batería de medidas concretas que permitan definir una estrategia clara para abordar los distintos escenarios de evolución de la PPA, y la promesa del Ministerio de seguir escuchando las propuestas del sector y de trabajar de manera coordinada con el colectivo cinegético para reforzar tanto las medidas de control de la enfermedad como el reconocimiento social e institucional de la caza como herramienta de gestión, sanidad animal y equilibrio del medio rural», concluyen los cazadores.