
Iker Jiménez, este domingo en Cuarto milenio
Cuarto Milenio
La misteriosa conexión mental entre Iker Jiménez y Ana Iris Simón
«Los libros son mágicos y nos traen cosas que van más allá de la casualidad», apunta el director de Cuarto Milenio
Era un lunes y había grabado un programa, lo que a veces lo desvela. Iker Jiménez no podía dormir, así que decidió leer. En ese momento se acordó del libro que le había recomendado horas antes Juan Soto Ivars, y del que le había entregado un ejemplar: Feria, de Ana Iris Simón. No lo encontraba por casa, por mucho que buscó. Quizá se lo había olvidado encima de la mesa del estudio. Lo lógico habría sido buscar otro. Pero el sintió la «necesidad» de leerlo. Así que se lo bajó en el Ipad. Y empezó a leer.
El libro es uno de los que más le ha impacto en los últimos años. Así que, tras digerir su contenido, le pidió a Soto Ivars el teléfono de Simón para enviarle un mensaje de audio en el le contaba lo mucho que le había impresionado Feria. La autora tardó en contestar. «Igual hasta le he molestado», pensó Iker, y así se lo contó este domingo a los espectadores de Cuarto Milenio. No, todo lo contrario. En el audio de vuelta le decía que se había retrasado en la contestación porque estaba acostando a los niños.
Lo que escuchó a continuación entra en el territorio favorito de Iker Jiménez, que es el del misterio. Ana Iris y su marido habían estado hablando de si Iker había recibido, o no, el libro que ellos le habían enviado hace tres años. Son «muy admiradores» de él y llevaba una dedicatoria especial: ponía «una, dos y tres», en relación a una canción de Patxi Andión que Iker canta muchas veces en el estudio. Le hicieron llegar el libro a través del coronel Baños: «Con todo el trajín me lo olvidaría en algún sitio», cree el director y presentador de Cuarto Milenio. El caso es que no lo llegó a leer entonces. Ese libro era Feria. El día en que se preguntaron por el destino de aquel envío era ese mismo lunes en que Iker se desveló: «Han estado pensando en mí, y no sabían que yo estaba leyendo el libro esa misma noche con esa necesidad extraña».