Un plano del valorado episodio de 'Bluey'
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El episodio de una serie infantil que está entre los más valorados de la historia
A dormir, de Bluey, es una pequeña obra maestra de los dibujos animados
Es una pequeña obra maestra de dibujos animados que se ve en un suspiro pero que deja huella. Una oda a la familia. Una historia con toques surrealistas pero que describe una realidad que millones de padres han vivido. Todo ello y mucho más es A dormir, el episodio de una serie (presuntamente) infantil que figura entre los más valorados de la historia en Internet Movie Database (IMDB), la base de datos sobre el audiovisual más grande del mundo.
La lista de mejores capítulos de la historia de la tele es una de las más conocidas de IMDB. A día de hoy, está liderada por un episodio de los que muchos consideran –consideramos, pues el firmante se incluye en ese clan– la mejor serie de la historia de la tele, Breaking bad, el famoso Ozymandias (2013). Después figuran capítulos de A dos metros bajo tierra, Better call Saul, Juego de tronos, Succession o House, entre otras producciones. Y, de repente, en tan selecta lista sorprender ver a Bluey, la educativa serie australiana creada en 2018 que tiene la familia y el desarrollo infantil como sus dos grandes temas. Es un fenómeno intergeneracional, pues gusta tanto a padres como a hijos, y el mejor ejemplo de ello es precisamente A dormir, que seguramente gusta más a los primeros.
Un plano del capítulo 'A dormir'
Bluey cuenta las vicisitudes de una familia formada por la cachorra que da nombre a la serie, su padre Bandit, su madre Chilli y su pequeña hermana Bingo. En España, donde podemos ver la serie en Disney+, A dormir es el noveno episodio de la novena temporada.
Sin apenas diálogos, con música del británico Gustav Holst, van transcurriendo los siete minutos y medio, que son treinta segundos más de lo que es habitual. En el capítulo en cuestión, Bingo se duerme aferrada a un peluche y ahí empieza la magia. El mundo de los sueños y el de la realidad de mezclan en un viaje que es a la vez interestelar y doméstico. Siempre que lo quiere ver, una cría gallega de 5 años pide al arriba firmante que se lo ponga con esta indicación: «Ese en el que la mamá es el sol». Porque, con calor familiar, siempre amanece. Por mucho que la noche haya sido muy pero que muy larga.
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