Michael Caine, sobre el actor al que debe su nombre: «Era mi favorito entre todos»

En cierto modo, Michael Caine no fue Michael Caine hasta 2016 cuando, cansado de los problemas derivados de viajar con un pasaporte que reflejaba una identidad distinta, optó por cambiar legalmente su nombre. Uno de los mejores actores de la historia, cuya última película fue La gran escapada (2023), nació hace 92 años como Maurice Joseph Mickelwhite. Después, cuando aún daba sus primeros pasos en la profesión, adoptó el nombre de Michael White, pero su agente le instó a cambiarlo. Y Maurice Mickelwhite, o Michael White, se vio obligado entonces a improvisar un apellido.

Michael Caine contó, con su carisma y su admirable sentido del humor, cómo realizó su (acertada, a la postre) elección en una entrevista recogida por el usuario de la red social X Doctor Frusna.

«Adoro a Humphrey Bogart. Él era mi actor favorito entre todos. Incluso le debo mi nombre a Humphrey Bogart de una forma divertida. Mi verdadero nombre es Maurice Micklewhite, que no es realmente maravilloso y para firmar autógrafos es terrible, y me lo cambié por Michael White. Conseguí un trabajo en Londres. Estaba en Leicester Square, hablando por teléfono todos los días con mi agente y preguntándole si tenía algún trabajo para mí. Leicester Square es como Broadway, con todos los cines y teatros. Una tarde conseguí trabajo y me dijo: ‘tienes un trabajo, pero debes unirte al sindicato'. Yo me hacía llamar Michael White y me dijo que no me podía llamar así. Que podía usar Michael, pero no White, y que necesitaba otro apellido porque ya había un Michael White en el sindicato», recordó Michael Caine.

«Estaba pensando y vi entre los árboles: Humphrey Bogart en El motín del Caine. Y le dije Caine. Ella (la agente) me dijo: '¿cómo se deletrea?'. C-A-I-N-E. Así me convertí en Michael Caine. Pienso que si me hubiera girado hacia el cine Leicester Square, ahora sería Michael 101 dálmatas», bromeó el actor.

Si Humphrey Bogart era el actor favorito de Michael Caine, el director preferido del actor británico era John Huston, quien tuvo que esperar bastantes años antes de rodar El hombre que pudo reinar (1975). Huston quería a Bogart para la película, pero el actor murió en 1957, mucho antes de que el proyecto viese la luz. Lo mismo ocurrió con Clark Gable, que falleció en 1960. Después de mucho tiempo, y del baile de nombres como candidatos para el filme, los escogidos fueron finalmente Sean Connery y Michael Caine, que interpretó así un papel pensado para su ídolo y a las órdenes de su director favorito. No podía pedir más. Nosotros a él, durante toda su carrera, tampoco.