Clint Eastwood y el actor al que salvó con una llamada: «Tienes que devolver el tren a las vías, chico»

En toda lista con las mejores películas de Clint Eastwood, bien sea como actor, director o en las dos facetas a la vez, siempre encontraremos títulos como Sin perdón, Million Dollar Baby y Los puentes de Madison. En muchas listas, dentro de los largometrajes que ha dirigido y protagonizado, estarán también presentes, entre otros, filmes como Gran Torino, El jinete pálido o Un mundo perfecto. Pero difícilmente veremos en una selección de las mejores películas de Clint Eastwood un título como El principiante, la buddy movie que dirigió en 1990 y protagonizó junto a Charlie Sheen.

Después de esa cinta, vimos a Clint Eastwood como ranger en la maravillosa Un mundo perfecto; como guardaespaldas presidencial en la más que entretenida En la línea de fuego; y como investigador del FBI en Deuda de sangre, pero El principiante fue la última película en la que Clint Eastwood interpretó a un policía. Y, en cierto modo, tanto dentro como fuera del rodaje.

Charlie Sheen, que recientemente ha cumplido 60 años –con su libro de memorias y su propio documental en Netflix sobre su caída y su proceso de recuperación– tenía 24 años cuando rodó El principiante. Ya entonces acusaba un serio problema con las adicciones y su familia y sus amigos, con el pretexto del 50º cumpleaños de su padre, Martin Sheen, le sorprendieron con una reunión (una intervención) para que se apartase del mal camino e ingresase en un centro de desintoxicación.

Charlie Sheen aún no se había pronunciado cuando su padre jugó su gran baza. Sonó el teléfono y Martin Sheen corrió para descolgarlo. «Charlie, es para ti», avisó a su hijo. «Papá me pasó el teléfono y la voz al otro fue inmediatamente reconocible: la del mismísimo Clint Eastwood», recuerda Charlie Sheen en sus memorias. «Tienes que devolver el tren a las vías, chico. Mereces salvarte. Lo tienes todo, solo un pequeño obstáculo: hazme sentir orgulloso», le dijo Eastwood.

«Aunque sea tentador cambiar esas palabras en la llamada por 'alégrame el día', me ceñiré al guion original. Le di las gracias y volví a la sala para anunciar mi decisión. Es muy difícil decirle que no a Harry el Sucio», confiesa en su libro Charlie Sheen, que después de esa llamada ingresó en un centro de desintoxicación... a su manera.

«Lágrimas, abrazos, choques de manos, y nos pusimos en marcha. En el trayecto de 38 minutos hasta el hospital Saint John's en Santa Mónica, pasé 37 de ellos planeando cómo hacer la rehabilitación y el concurso de bikinis (en el que iba a participar como jurado junto a Nicolas Cage) el mismo día», reconoce el actor en su libro.

Los esfuerzos de su familia y de sus amigos y la llamada de Clint Eastwood surtieron efecto, aunque solo durante unos meses. Charlie Sheen tardaría desde entonces 27 años en lograr realmente su desintoxicación.