La presentadora de televisión y escritora, Carme Chaparro, durante la entrevista con El Debate
Venganza, el libro que desvela los entresijos de los medios en España
Carme Chaparro: «En televisión intento ser honrada y la verdad es difícil buscarla»
La reconocida presentadora de televisión presenta el último libro de su trilogía: 'Venganza'. Un thriller con una gran carga crítica a los grandes magnates de la comunicación y a las esferas de poder, pero con una reivindicación profunda del buen periodismo
Carme Chaparro nos abre las puertas de su casa, lo hace con una sonrisa cautivadora que resalta gracias a sus labios rojos. Sin duda, un sello de identidad de la presentadora. Casi con la libertad de ser nuestra casa, Carme nos acoge en su amplio salón y no tarda de hacerse notar Bitter, su perrito que es como un miembro más de la familia de la presentadora, y que nos acompaña durante toda la entrevista.
Carme no tarda en mostrar su entusiasmo por el periodismo, por la honradez y por indagar de forma incansable hasta «conocer la verdad» en un contexto marcado por la IA y las redes sociales donde es más difícil que nunca conseguir llegar a ella.
Algo que la presentadora quiere reflejar en el libro, sin duda, es cómo es la televisión por dentro. Pretende diseccionar la tele para presentarla tal como es. Un thriller teñido de realidad, y es que, la novela podría ser perfectamente la España mediática actual.
Algo presente en Venganza es, sin duda, la reivindicación de la ética profesional, los dilemas morales y éticos que se plantean en el día a día entre los valores personales, los intereses de las cadenas y las relaciones con los compañeros.
¿Por qué nos hemos empeñado en hacer un periodismo de trincheras?Presentadora de televisión y escritora
-La imagen de la portada es muy gráfica y desvela ese inicio de la novela: la muerte del gran magnate de los medios de comunicación de España colgando en el edificio de Schweppes...
-Me lo ha copiado Rosalía. Cuando la vi en el edificio de Schweppes vestida de blanco en una ventana dije: 'Dios mío, solo falta que se suba a la w y se quede ahí colgada como Carlos Manso'.
Quería una muerte icónica de una persona que hasta ese momento era el hacedor de relatos. La persona que dictaminaba todo lo que se decía en el país. De repente, va a ser un meme, que es lo peor que se puede ser. Así que la manera de hacerlo es colgarlo desnudo con un albornoz en plena plaza de Callao un viernes por la noche con cientos de móviles retransmitiendo la escena.
-Entrelazas con gran virtuosismo, acompasando capítulo a capítulo, la parte ficcionada con la real. Se retrata perfectamente la denuncia explícita en el libro al poder y a los grandes magnates de los medios con el thriller: ¿Cómo consigues aunar ambos relatos y que casen tan bien?
-Escribiendo desde la emoción. Hay que escribir como si estuvieses vomitando la historia y hacerlo con verdad. Yo quiero mostrar las estructuras televisivas. La presión sobre las audiencias es igual en todas las cadenas. A partir de ahí, haces personajes tipo: las herederas, la productora, la presentadora, la que tiene celos, el pelota, el dueño del grupo de medios más importante del país, etc.
Hay determinados momentos en los que es complicado ser honrado
-Berta es la presentadora estrella de esa cadena que Carlos Manso compra para añadirla a su gran grupo de comunicación. Cambia absolutamente todo dentro del canal. Despide a la directora, y Berta tiene un papel difícil: ¿Qué hay de ti en este personaje?
- Es el personaje que más se me parece y en el que más emociones he volcado. Es periodista, presentadora, sufre como yo, y es honrada o trata de serlo. En determinados momentos es muy difícil serlo. Quiero que el lector descubra lo que hay detrás, el trabajo de todas las personas que hacen tele para que brillemos solo unos pocos.
-Aparecen los debates morales en el caso de la presentadora entre sus valores y la posición entre la espada y la pared en la que le coloca el nuevo director del medio. ¿Cómo se lidia con ese conflicto ético en el mundo del periodismo?¿Es difícil mantener la integridad moral?
-Se ve perfectamente en la televisión. Tú tienes el decorado, te plantas delante y renuncias a tus propios valores. Pero esto puede ocurrir en cualquier otra empresa, puedes estar de acuerdo con ella o no.
Esta lucha creo que ha existido siempre. Esta dicotomía está en todas las teles y en todas las redacciones. Ahora vivimos un momento complicado para el periodismo en todo el mundo. Grandes magnates con intereses políticos muy concretos están comprando medios de comunicación. Nunca, nunca, nunca, podemos perder la honradez.
Las personas están secuestradas por un relato emocional, la verdad parece que no importa
-¿Qué papel tiene el periodismo en esta era de la posverdad, las redes y la IA?
-Antes se decía: dato mata al relato. Ahora no es así. Estamos en una era en la que no importa la verdad, no importa el dato. Con la verdad no puedes convencer a personas secuestradas por un relato emocional. Puede ser por un partido, por un equipo, por lo que sea y esas personas podrían llegar a creerse que la Tierra es plana.
Con las redes se reciben muchos inputs que nos encierran en nuestras burbujas, hay cosas que no quieren que veamos. Ese es el trabajo que debemos hacer los periodistas.
-Pero, hay intereses, siempre hay intereses...
-Hemos construido un periodismo de trincheras. Esas trincheras están en ciertas tertulias donde a la gente se sienta en una mesa con dos lados diferenciados: o estas en uno o en el otro. ¿Y por qué tenemos que hacer esto? Mi ideología se queda en el parking, yo subo en el ascensor e intento ser honrada y la verdad es muy difícil buscarla.