Fundado en 1910

12 de mayo de 2024

Julián Olivares, director de Cascaborra Ediciones

Julián Olivares, director de Cascaborra EdicionesNovo

Julián Olivares, director de Cascaborra Ediciones

«Hemos demostrado que hay un público para la Historia de España en cómic»

Dirige una editorial que nació 2016 al mercado y que a día de hoy ha publicado cerca de cincuenta títulos

Julián Olivares (Barcelona, 1980) nació un 23 de abril, Día del Libro. Con su editorial, Cascaborra Ediciones, nos cuenta la Historia de España en viñetas.
–¿Cómo surge la idea de crear una editorial?
–Nosotros empezamos en 2016 como editorial, pero yo en años previos ya iba moviendo guiones con editoriales españolas, para hacer cómic histórico español. Estos guiones tenían muy buena acogida, pero los editores nos decían que no había mercado para ese tipo de cómic en España, que era algo muy arriesgado. Justo llegó el bum de los crowdfunding, y decidimos editar nosotros mismos los cómics. Los siete primeros salieron así. A partir de ahí pasamos a un sistema de suscripción, que funciona más o menos igual: ya no hacemos la campaña, sino que el cliente ya está suscrito a la colección y nosotros le vamos mandando los tomos cada mes.
–¿Cómo se repartían el trabajo en esos inicios?
– Yo hacía el guión y Daniel Torrado hacía la parte de dibujo. A Daniel, que es el maquetador de la colección, le hemos publicado ya cuatro cómics.
–¿Hay alguien más en el equipo?
–Ana Domenech, correctora ortográfica. Desde el principio quisimos contar con ella, para que desde el punto de vista del lenguaje seamos totalmente precisos. Una colección de este tipo lo ha de ser especialmente.
–Llevan ya cerca de 50 títulos. ¿Hay cuerda para rato?
–Actualmente ya tenemos un abanico grande de 48 títulos en lo que se refiere a la colección Historia de España en Viñetas. Es una colección bastante extensa, pero también la Historia de España lo es e invita a ello. Yo calculo que la colección tendrá finalmente entre 100 y 120 números. Nosotros lo que no queremos es cerrar en falso porque sería fallar a toda la gente que nos ha apoyado desde el principio. Me refiero a que si hacemos una colección de Historia de España y dejamos fuera Lepanto o Navas de Tolosa, que todavía no están publicados, quedaría raro.
–¿Cuáles son los títulos que mejor han funcionado?
–El que más se ha vendido es de 1921: El Rif, que se publicó en marzo de 2018 y ha tenido un largo recorrido. Ayudó un poco que el año pasado fue el centenario. Nos faltan pocos ejemplares para llegar a los 3.000 vendidos y estamos preparando una nueva tirada para Navidad, si no los permite la industria del papel. En otra colección que no es la de Historia de España en Viñetas hemos publicado Goya. Saturnalia, centrado en las pinturas negras. Es un retrato psicológico del pintor en el que se da un contexto de país: Fernando VII, Los Cien Mil Hijos de San Luis… Se publicó el pasado abril y hemos alcanzado los 1.500 ejemplares, que para un cómic hecho en España y de autores españoles es una cifra para estar contento.
–¿Es rentable?
–Para la cantidad de trabajo que tiene en preparación, por parte de los autores del cómic, y luego la inversión que tenemos que hacer nosotros como editorial, son cifras que realmente son bajas. No se acaba de amortizar el cómic, sobre todo la parte de los autores. No podemos considerar que 3.000 ejemplares son cifras buenas, si bien es difícil llegar a ellas. Pero los autores reciben un diez por ciento de las ventas, así que hacen un trabajo de entre nueve y diez meses para recibir a cambio 4.000 euros. Es poco, pero estamos ahí en la pelea. Nosotros, por el tipo de cómic que hacemos, podemos ir a otro tipo de circuitos: ir a librería especializada, a museos, al Palacio Real.
–En todo caso, no tenían razón aquellos que le decían que la historia de España no interesa.
–Yo estaba convencido desde el principio, y lo que hemos hecho es demostrarlo. Yo pensaba que si aquí se consumía la historia de Francia y de Estados Unidos en cómic, ¿por qué no iba a pasar lo mismo con la historia española? El mejor ejemplo es Asterix, la historia de un poblado de la Galia, que se resiste a la invasión romana… durante dos años. En conquistar Numancia tardaron veinte. Hemos demostrado que hay un público para la Historia de España en cómic.
–Lo que veo es que hay mucha variedad de autores, tanto de dibujantes como de guionistas.
–Es algo que tuvimos muy claro desde el principio, porque lo vivimos nosotros en primera persona, es que el autor español lo tiene muy complicado para publicar en su país. Solo el 10 % de las novedades en España son de autores españoles, en primera edición, y las cifras de venta suelen ser bajas. Nosotros teníamos muy claro que si hacíamos Historia de España teníamos que tirar de autores españoles porque seguramente les despertarían más interés los proyectos. A un extranjero no le va interesar lo del Empecinado.
–Así pues, hay además una apuesta por el autor español.
–Apostamos por españoles, y en especial por autores que hacen su primera obra. Es una responsabilidad muy grande, porque aparte de hacer todo el trabajo editorial, también tenemos que hacer un poco de psicólogos y explicar a los autores cómo funciona el sector en España, sobre todo para que no se hagan falsas expectativas. Hemos conseguido que algunos de esos autores, mediante el trabajo que han hecho para nosotros, puedan tener una buena carta de presentación para ir a picar puertas a otros mercados.
–¿Qué nuevos números hay en proyecto?
–A raíz de la pandemia se ha puesto de moda, pero nosotros ya habíamos empezado a trabajar antes en un número sobre la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. No pondremos Balmis en el título porque nos parece muy injusto para lo que fue la expedición y el papel que jugaron todos sus integrantes.
–Y también están las biografías.
–Haciendo la colección de Historia de España en Viñetas nos dimos cuenta de que haciendo una publicación mensual no íbamos a acabar nunca. Así que decidimos separar: por una parte, Historia de España en Viñetas, más enfocada al tema bélico; por otra, una colección de biografías de personajes que han destacado por su trabajo en diferentes campos. En esta última tenemos desde escritores hasta pintores, pasando por políticos. Llevamos siete publicados (Valle-Inclán, Pardo Bazán, Miguel Hernández, Clara Campoamor…), y ahora antes de que acabe el año vamos a hacer a Quevedo, a Isabel II, a Maruja Mallo… En marcha están los de Lope de Vega y Sorolla.
El director de Cascaborra Ediciones, en la feria del cómic coruñesa

El director de Cascaborra Ediciones, en la feria del cómic coruñesaNovo

–¿Y la adaptación al cómic de A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales?
–Eso está hecho, listo para salir. El problema que tenemos es que nosotros llegamos a un acuerdo con los herederos de Chaves Nogales pero nunca hemos llegado a tener los contratos por escrito. Nos da mucho respeto sacarlo sin ese contrato firmado. Estuvimos durante un tiempo detrás de ellos para materializar ese contrato, pero no ha podido ser porque no lo acaban de ver claro. Al final decidimos dejarlo hasta 2024, que es cuando vencen los derechos. Serán nueve títulos. Uno para cada uno de los relatos.
–A título personal, ¿qué es lo que os dicen los lectores?
–Tenemos experiencias realmente bonitas. El que va por los eventos normalmente soy yo, y me he encontrado a gente que ha hecho 300 kilómetros para conocerme. Hay como dos tipos de experiencias: el lector que le gusta la Historia y la está viendo representada gráficamente, y muchos lectores que son jóvenes y vienen con sus padres. Son padres que ven que el sistema educativo no acaba de resolver bien el tema de la Historia de España, y deciden dar a sus hijos una herramienta, en forma de cómic, para que la vayan trabajando.
–Es decir, son cómics que se usan como herramienta educativa.
–Por ejemplo, tengo un profesor de Extremadura que los suele coger todos. Usa en clase los que entran en el temario y el resto los leen fuera. Gracias a estos cómics han hecho una piña, un grupo, y tienen sus discusiones y sus debates.
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