Detalle de uno de los Stradivarius.
Cómo se cuidan y por qué son tan especiales los violines Stradivarius
Detrás de su secreto, identificado por primera vez, se encuentran los productos empleados, que dotan de una mayor resistencia a la madera y consiguen un sonido muy particular
Antonio Stradivari utilizó productos químicos para «mejorar» sus instrumentos y ahora, gracias a un equipo internacional dirigido por Hwan-Ching Tai, profesor de química en la Universidad Nacional de Taiwán, se ha podido demostrar el origen de tan particular sonido. Otro estudio, del año 2014, ya había conseguido identificar partes de ese proceso de construcción, además de reproducir sus habilidades técnicas.
Fue hace casi cuarenta años, cuando Joseph Nagyvary, profesor emérito de bioquímica en la Universidad de Texas A&M, probó por primera vez su teoría. Se planteaba la idea de que productos químicos utilizados en la fabricación de violines, más que las habilidades de Stradivari o Guarneri del Gesu, entre otros, fueron la causa de que el sonido de los instrumentos no pudiesen ser replicado en más de 200 años.
Toda mi investigación […] se ha basado en la suposición de que la madera de los grandes maestros se sometió a un tratamiento químico agresivo, y esto tuvo un papel directo en la creación del gran sonido de los Stradivari y GuarneriProfesor Emérito de Bioquímica en la Universidad de Texas A&M
La American Chemical Society, la organización científica más grande del mundo, fue la encargada de revisar y verificar los hallazgos del profesor emérito. Ahora, el equipo de investigación muestra los productos que emplearon en el proceso de creación de los instrumentos.
¿Qué productos se utilizaron?
Según la investigación de ese equipo internacional, se observa la utilización de bórax, zinc, cobre y alumbre, junto con agua de cal, para tratar la madera utilizada en los instrumentos. En palabras de Joseph Nagyvary, «el bórax tiene una larga historia como conservante, que se remonta a los antiguos egipcios, que lo usaban en la momificación y luego como insecticida». Además, añadió que «la presencia de estos productos químicos apunta a la colaboración entre los fabricantes de violines y la farmacia local y el boticario en ese momento. Tanto Stradivari como Guarneri habrían querido tratar sus violines para evitar que las lombrices se comieran la madera porque las infestaciones de lombrices estaban muy extendidas en ese momento».
Cada maestrillo, su librillo
Pese a su nexo común, cada virtuoso de la madera usó sus propias técnicas. Como explica Joseph Nagyvary, «Este nuevo estudio revela que Stradivari y Guarneri tenían su propio método patentado individual de procesamiento de madera […]». Sin embargo, esas «patentes» eran en realidad un secreto muy bien guardado, ya que ese concepto de propiedad intelectual no existía como tal. Por el contrario, la receta de utilización del barniz no era desconocida por otros fabricantes, ya que tan solo el tratamiento y procesamiento de «las tablas de abeto fresco con una variedad de tratamientos químicos a base de agua es fundamental para el sonido del violín terminado».
Esa «ventaja competitiva» permitió a Antonio Stradivari abrirse un hueco en el mercado y vender parte de sus 1.200 creaciones a ricos muy ricos e, incluso, a la realeza. Actualmente, tan solo se conservan cerca de 600 piezas. Por otro lado, su contemporáneo Guarneri del Gesu no tuvo la misma suerte, ya que sus trabajos no tuvieron el mismo éxito de salida que los de Stradivari y, ahora, se consideran de la misma calidad que los de su «competidor».
Sus violines han sido incomparables en sonido y calidad durante 220 años […] un violín Stradivari hoy puede valorarse en 10 millones de dólares, y un Guarneri puede valer aún másProfesor Emérito de Bioquímica en la Universidad de Texas A&M
Pese a lo positivo de la noticia, Nagyvary matiza la necesidad de seguir investigando para poder esclarecer otros detalles, destacando el cómo esos productos químicos, junto a la madera, son capaces de producir esa calidad tonal.
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