Estatua de San Isidoro en la fachada de la Biblioteca Nacional
El santo español que compendió en un libro el saber universal
San Isidoro de Sevilla escribió sus Etimologías, una enciclopedia primigenia que aglutina el conocimiento de la época
Con las dos manos sobre un libro y larga barba. Es fácilmente reconocible. En la gran escalinata de la fachada de la Biblioteca Nacional de España hay una estatua de San Isidoro.
Arzobispo de la capital hispalense y doctor de la Iglesia, San Isidoro se sienta, en piedra, junto a otros sabios como Miguel de Cervantes o Antonio de Nebrija.
El santo sevillano descansa ahí, en sede de saber, por haber compendiado, en el siglo VII, el conocimiento que existía en su época.
Fue un encargo del obispo de Zaragoza y su obra se convirtió en una de las que más difusión alcanzó en la Europa de la Edad Media.
Se trata de las Etimologías, una enciclopedia primigenia, una de las primeras de las que hay registro, que aglutina el conocimiento con el que se contaba en la época. Y facilitó que la cultura clásica perdurara en nuestro país.
Es su libro más conocido, una obra de compilación que completó poco antes de su muerte en el año 636. Se dividió en 20 tomos que abarcaban desde gramática a medicina, pasando por geografía, agricultura o vestimenta.
Del mundo antiguo al Renacimiento
Las Etimologías de San Isidoro recopilaron lo que se sabía. Los dos primeros libros, de los 20 de los que se compone la obra, abordan la gramática, la retórica y la dialéctica. A continuación, se trata la astronomía, la geometría, la música o la aritmética.
La medicina, el derecho, los santos o el mundo físico son otros de los temas que abarca el santo sevillano. Igual que la guerra, las obras públicas o incluso el reino animal. Son pocos los temas que no trató San Isidoro en su gran obra.
Gracias a esta compilación, gran parte de la cultura grecolatina clásica perduró en España durante la primera Edad Media.
Durante esta época, las Etimologías se usaban como auténtico libro de texto, llegando a desplazar a los escritos originales, que se habían dejado de copiar con el paso de tiempo.
Su obra proporcionó a San Isidoro fama y prestigio. De hecho, el mismo Dante le situó en el Paraíso de su Divina Comedia. Con las Etimologías, el santo sevillano pudo reflejar la evolución del pensamiento humano desde la antigüedad hasta los primeros siglos cristianos.
Gracias a San Isidoro y su enciclopedia primigenia, parte del mundo antiguo pervivió hasta el Renacimiento.