Los grandes filósofos de la historia, convertidos en personajes de cómic

Decía Cicerón que la filosofía es «cultivo del alma», un saber que con el tiempo permite que otras semillas produzcan buenos frutos. Sin embargo, no podemos negar que, en muchas ocasiones, acercarse a este tipo de conocimiento intelectual puede resultar complicado.

Por ese motivo es importante, siguiendo con el símil del orador romano, preparar los campos que luego se han de sembrar. Emerge aquí la labor de la divulgación, una herramienta que aúna rigor con entretenimiento y que simplifica algunas cuestiones como puerta de entrada a la filosofía.

Puede decirse que hay un producto divulgativo para cada tipo de persona. En esta serie de artículos ya hemos hablado de formatos audiovisuales como el programa This is philosphy de RTVE, de la complicada pero divertida tarea de reducir la filosofía a un meme de internet y, en esta ocasión, pondremos el foco en la apuesta editorial de La otra h: convertir en cómics algunos de los grandes títulos de la historia del pensamiento.

El catálogo del sello cuenta con un interesantísimo abanico de clásicos de la filosofía transformados en manga. Un estilo visual llamativo y una forma más que original de ofrecer al gran público las teorías de autores como Descartes, Rousseau, Kant o Nietzsche.

Los cómics intercalan ideas literales de obras como Así habló Zaratustra, Crítica de la razón pura o El contrato social con un hilo conductor ficticio que ayuda a entender los conceptos y postulados dentro de un contexto concreto. Un recurso útil y eficaz al tratarse de textos de una importante complejidad y que requerirían de una profunda formación filosófica para poder abarcarlos en su totalidad.

Sócrates entre viñetas

Una de las novedades filosóficas de la editorial tiene como protagonista a Sócrates. En esta ocasión no se puede recurrir a un texto concreto puesto que el griego no dejó nada por escrito. Sin embargo, su juicio en la ciudad de Atenas, su condena y su muerte son elementos de máximo interés intelectual y dramatismo literario.

Platón recogió en varios de sus diálogos el final de la vida de su maestro: en Apología de Sócrates podemos leer el discurso con el que este trató de defenderse sin éxito de sus acusadores, en el Critón vemos al viejo filósofo entre rejas y en el Fedón lo acompañamos hasta el postrero trago de cicuta. Estos textos son material más que suficiente para elaborar una breve novela gráfica firmada por Francesco Barilli y dibujada por Alessandro Ranghiasci.

Sócrates, así se llama el cómic, ofrece pinceladas del pensamiento de un hombre que ha marcado la historia de Occidente por su búsqueda de la verdad, el bien y la virtud. Además, su forma de desenmascarar a aquellos que se creían sabios sin serlo todavía es una llamada de atención para los lectores del siglo XXI.