
La obra 'Árbol solitario y árboles conyugales', de Max Ernst, es una de las que formarán parte de la exposición
El Thyssen denuncia las «perspectivas occidentalocéntricas» en una nueva exposición woke
La nueva exposición del Thyssen, Terrafilia, invita a abrazar «una política planetaria emergente»
Primero fue la descolonización, ahora el cambio climático y el medioambientalismo. El Museo Thyssen-Bornemisza parece dispuesto a tocar todos los palos de la ideología woke en sus exposiciones, ahora con la muestra Terrafilia.
Después de la exposición La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza, donde el museo madrileño se disponía a «desentrañar la huella del poder colonial en la iconografía de algunas obras de las colecciones Thyssen-Bornemisza», el Thyssen abrirá el 1 de julio una nueva muestra de marcado signo woke donde se aleccionará a los visitantes sobre «amar la Tierra».
«Amar la Tierra», dice la descripción de la exposición, «implica comprometerse con los animales, las plantas, las formaciones geológicas y las criaturas sobrenaturales, así como replantear el lugar de la humanidad dentro de la compleja y enmarañada red de la vida».
La descripción sigue con todo el «credo» woke respecto al medioambientalismo y la culpabilización de los seres humanos: «Ante las crecientes presiones del calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y las desigualdades crecientes, esta exposición recurre al arte para imaginar y orientar a los visitantes hacia formas transformadoras de ser-en-el-mundo, movilizando la afinidad entre especies, nuevos tipos de colectividades y el cuidado planetario».
La exposición Terrafilia tiene todos los elementos de la doctrina posmoderna en el ámbito del ecologismo. Se denuncian las «perspectivas antropocéntricas y occidentalocéntricas» y pide abrazar «una política planetaria emergente», signifique lo que signifique.
También propugna alinearse «con recientes giros filosóficos, antropológicos, éticos y legales que abogan por el reconocimiento de la vida no humana y de entidades biológicas y geológicas como participantes de una multitud planetaria».
Y, como todo está interrelacionado en el mundo woke, la exposición da un giro argumental final para ofrecer al visitante el pack ideológico completo: «expansión colonial, extracción de recursos, violencia ecológica y crisis planetaria».