El árbol armenio, una historia novelada del genocidio de cristianos en Armenia
G.H. Guarch ha defendido la memoria histórica del genocidio que realizaron los turcos contra los cristianos armenios en 1915
El Imperio otomano era un gigante enfermo que murió matando a principios del siglo XX. En su inmenso territorio que llegaba de oriente a occidente convivían múltiples etnias, religiones y culturas, que tras su fragmentación se fueron trasformando en nuevas naciones. Entre ellas estaban los armenios, cristianos en su mayoría, y contra los que el estado turco del sultán Mehmed V inició un exterminio en 1915 en el que murieron millón y medio de armenios, por el simple hecho de ser cristianos. La nueva novela histórica El árbol armenio de G.H. Guarch aborda las causas y la esencia más humana de aquella masacre indiscriminada y sus consecuencias.
almuzara (2023). 346 páginas
El árbol armenio
El descubrimiento de unos documentos familiares por parte del protagonista Darón Nakhundian, un historiador mitad turco mitad armenio, es el punto de partida de esta novela, en la que el protagonista irá reconstruyendo la historia de su gran familia armenia, que es a su vez la historia de la caída del imperio otomano, de la sociedad armenia de la época y de su exterminio en 1915. A través de esta trepidante búsqueda se irá construyendo una gran familia armenia, que sirve al autor para defender la memoria histórica de un genocidio olvidado. Sin necesidad de adentrarse en libros de historia sobre el tema, en la novela se recorren los momentos más convulsos del genocidio y se conoce cómo eran las vidas cotidianas de los armenios víctimas de la agresión y la de sus verdugos musulmanes. Con un estilo directo y descriptivo, parece que el lector acompaña al protagonista en sus indagaciones en las que, como advierte el título, va creciendo un árbol que al final da sombra y protege la memoria histórica del genocidio armenio. Aunque pueda parecer un tema intenso y complejo, el autor consigue atrapar al lector entre las hojas con la trama detectivesca de la familia Nakhoudian, llena secretos personales y vivencias cotidianas que afrontan los diferentes personajes.
A partir de la ficción con personajes y tramas, se cuenta una realidad histórica que sigue teniendo sus consecuencias hoy en día. Es más, la novela empieza con el genocidio, pero recorre toda la problemática de la «cuestión armenia», que empezó a dibujarse en el Congreso de Berlín de 1878, en el que las potencias europeas exigieron al gobierno otomano reformas en las provincias habitadas por armenios. Como demostró después la historia, la solución turca fue el exterminio. Además, a nivel político la «cuestión armenia» sigue teniendo relevancia cien años después. Esta novela está escrita como parte del trabajo que realiza el autor para recuperar esa memoria histórica e incluso, al final del libro, incluye la carta abierta que envió al secretario general de la ONU sobre el genocidio armenio, en la que advierte que es esencial recordar para «evitar que la memoria del primer genocidio del siglo XX desaparezca en el olvido».
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