Los jugadores que tiene en mente el Real Madrid de Scariolo para reforzarse y aspirar a todo este año

El Real Madrid diseñó una plantilla este verano para aspirar a todo a lo largo de la temporada, pero los primeros partidos han dejado claro que faltan todavía algunas piezas para poder medirse a los colosos europeos. El equipo de Sergio Scariolo atraviesa un momento de reflexión estructural: necesita un pívot suplente capaz de darle descanso a Walter Tavares, una de las estrellas del equipo, pero que no puede jugar todo el tiempo.

El nombre de Bruno Fernando, llamado a cumplir esa función al inicio del curso, ha perdido fuerza en las últimas semanas. Su falta de adaptación al esquema de Scariolo y su escasa aportación en los minutos decisivos han generado dudas internas que ya se reflejan en las convocatorias: el interior angoleño no se vistió ni ante San Pablo Burgos ni frente al Maccabi Tel-Aviv, incluso en ausencia del caboverdiano.

Mientras el club decide qué hacer con Bruno Fernando, la dirección deportiva –con Martynas Pocius al frente del área de scouting– ha activado todos los frentes posibles. El objetivo es encontrar un jugador que encaje de inmediato, con físico, experiencia y conocimiento del baloncesto FIBA. En la agenda blanca figuran distintos nombres: Alex Len, Precious Achiuwa y Vincent Poirier.

De todos ellos, el ucraniano Alex Len es quien gana más enteros. El pívot de 2,13 metros, actualmente agente libre tras su corta etapa en Los Angeles Lakers, ya coincidió con Scariolo en los Toronto Raptors durante la temporada 2020/21, cuando el técnico italiano formaba parte del cuerpo técnico de la franquicia canadiense. Esa conexión previa podría facilitar su llegada.

Len acumula 12 temporadas en la NBA, con pasos por Phoenix, Atlanta, Washington, Sacramento y Toronto, lo que le convierte en un jugador listo para competir en Europa. Además, su perfil responde a las necesidades inmediatas del Real Madrid: es un pívot de toda la vida, poderoso en el rebote, con buena presencia defensiva y cierta amenaza desde la media distancia, un matiz que podría complementar bien a Tavares.

El problema de fichar en la NBA

El mercado de la NBA siempre ofrece una doble cara: talento y riesgo. El Real Madrid conoce bien ambas. La llegada de Dennis Smith Jr. y del propio Bruno Fernando el curso pasado no dio los resultados esperados; el primero apenas tuvo protagonismo y se fue sin apenas jugar, mientras que el segundo parece ya más que amortizado.

Sin embargo, las incorporaciones de Trey Lyles y Chuma Okeke, también procedentes de la NBA, han revitalizado la rotación blanca y devuelto la confianza en ese mercado. Ahora bien, el pívot que llegue debe ser comunitario o contar con pasaporte Cotonou (un tratado comercial y de ayuda firmado entre la Unión Europea y países de África, el Caribe y el Pacífico) que permite que no ocupen ficha de extracomunitario.

De hecho, con Deck, Lyles y Okeke el Madrid solo puede alinear a dos en la ACB, por lo que necesitan un jugador que cumpla estas condiciones para no afectar a la rotación. Ahí aparecen nombres como Precious Achiuwa, Mo Bamba o Skal Labissière.

Entre todas las opciones, una provoca especial ilusión en el entorno madridista: el regreso de Vincent Poirier. El francés fue uno de los pilares del Real Madrid en su anterior etapa, formando junto a Tavares el tándem interior más temido de Europa. Su combinación de fuerza, lectura táctica y conexión con el público del Movistar Arena le convirtió en una referencia sentimental para el madridismo.

Sin embargo, su retorno no parece sencillo. Poirier tiene un año más de contrato garantizado con el Anadolu Efes, más otro opcional, y el conjunto turco no tiene intención de facilitar su salida. Aun así, el jugador ha alimentado los rumores con un enigmático mensaje en X, donde publicó un simple emoticono de reloj de arena.

Sea como sea, el Real Madrid no tiene prisa, pero tampoco margen de error. El desgaste de Tavares se va notando a medida que pasan las jornadas y lo importante es que llegue fresco a las fechas decisivas de la temporada. Por eso, Scariolo quiere un jugador que asegure minutos de calidad, capaz de sostener el nivel defensivo cuando el caboverdiano descanse y también con capacidad de anotar algunos puntos para cuando el tiro exterior falle. Un plan B en la pintura.