De Jong pelea un baló con Modric
De Jong, el jugador que llegó como verdugo del Madrid y al que quieren echar por la puerta de atrás
El holandés llegó como un nuevo ídolo al Camp Nou y parece ser que tan solo tres años después saldrá mal del club por la situación económica
El 5 de marzo de 2019, el Real Madrid cayó estrepitosamente en la Champions tras tres temporadas reinando incontestablemente. Su verdugo fue un joven y sorprendente Ajax, que se marchó del Santiago Bernabéu con 1-4 histórico a su favor.
Uno de los protagonistas de aquella noche fue Frenkie De Jong. El joven holandés, que ya había confirmado su traspaso al Barcelona dos meses antes de ese partido, dejó un regate extraordinario frente a Modric que llenó a todos los barcelonistas de orgullo. Sin embargo, tres años después de su fichaje por 86 millones de euros, el centrocampista tiene un pie y medio fuera del club.
Frenkie De Jong y Luka Modric durante la vuelta de octavos de final de la Champions League 2018-19
La falta de proyecto, el peor enemigo de Frenkie De Jong
No pudo tener peor suerte Frenkie. El centrocampista llegó cuando todos los culés deseaban que el jugador se convirtiera en el faro de la próxima década. No obstante, en su primera temporada se encontró un equipo en caída libre en cuanto a nivel de juego, primero con Ernesto Valverde y más tarde con Quique Setién. Además, también llegó la pandemia.
El jugador se convirtió en estrella jugando de doble pivote en el Ajax, pero en el Barcelona nunca encontró su posición en el campo. Con los dos entrenadores mencionados anteriormente, jugó la gran mayoría de partidos como interior, sin llegar a brillar en ningún partido. Para la próxima temporada, ya con Ronald Koeman en el Camp Nou, la cosa no llegó a mejorar.
Frenkie De Jong junto a Sergio Busquets en un partido durante esta temporada
El técnico holandés, amigo del propio futbolista, probó a De Jong esta vez sí en un doble pivote junto a Busquets. No obstante, los resultados del equipo fueron desastrosos y a mitad de temporada se cambió de esquema. Volvió a ser interior e incluso llegó a jugar de central y se ganó una Copa del Rey.
Esta temporada, tras el despido del holandés al dejar al equipo noveno en LaLiga y en el abismo en la Champions, llegó Xavi y Frenkie completó varios buenos partidos. Sin embargo, tanto De Jong como el equipo se desinflaron los últimos meses de la competición. Ahora, la situación económica sigue apretando y la aparición de Pedri, Gavi o Nico en el centro del campo pone en un gran problema al holandés.
La salida del holandés, una (casi) obligación para el club
Tras tres años sin rendir a un nivel notable de forma regular, la gran cantidad de talento joven de la medular culé y el ahogo económico provocado por Bartomeu, la salida de De Jong parece ser una gran opción para el club. Tanto es así que el Barcelona lleva tiempo trabajando en que Frenkie abandone la ciudad condal.
Frenkie De Jong durante un Mallorca-Barcelona esta pasada temporada
Tras casi dos meses de negociaciones, el Barça y el Manchester United han llegado a un acuerdo para el traspaso del holandés por 70 millones de euros y 15 en variables. El Barcelona lo necesita porque De Jong firmó una semana antes de la dimisión de Bartomeu un nuevo contrato con el que esta temporada cobrara 21 millones de euros netos, y la siguiente 28. Esto rompe por completo la escala salarial de la plantilla y su rendimiento no se ajusta a su sueldo.
Si lo logra vender, el Barça lograría darle un respiro a la masa salarial del club. Sin embargo, hay un problema importante: De Jong no quiere salir. El jugador se encuentra muy a gusto viviendo en Barcelona y no está por la labor de marcharse a Inglaterra. Además, la opción de bajarse el salario tampoco la contempla, la cual significaría una solución para el problema que vive con el club.
Queda solo un mes para que arranque LaLiga, y el culebrón De Jong puede ir para largo. De momento, el jugador se subirá al avión que parte este domingo hacia Estados Unidos para participar en la gira americana del Barça. Sin embargo, puede que cuando vuelva de Estados Unidos desembarque en Barcelona o lo haga directamente en Manchester. El tiempo y las necesidades económicas de la entidad catalana resolverán esta cuestión.
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