Gavi se dejó llevar por la euforia y celebró la Copa del Barça con una bandera antimadridista

Saber ganar es tan crucial como saber perder, e incluso podría decirse que es aún más importante. El disfrutar excesivamente del éxito solo ensucia la victoria, y tanto el Real Madrid como el Barcelona lo ensuciaron el clásico en algunos momentos. Los blancos, por la frustración de la derrota que sobre todo quedó reflejada con la actitud de Rüdiger lanzándole al árbitro una bolsa de hielos que no le llegó a alcanzar. Por su parte, jugadores como Raphinha, quien se permitió bailar antes de que terminara la final –gesto que le reprochó Valverde–, tampoco ofrecieron el mejor ejemplo.

Uno de los incidentes más notorios fue el protagonizado por Pablo Gavi, quien, durante la celebración posterior al título, eligió una bandera que aparentemente fue llevada por algún aficionado del Barcelona hasta La Cartuja. En ella se podía leer una expresión que reflejaba su carácter: «Gavi o plomo, antimadridistas». El mediocampista se la ató a la cintura y festejó la victoria con el título culé mientras la llevaba consigo.

Resulta curioso observar la evidente animosidad de Gavi hacia el Real Madrid, como si tuviera a la entidad merengue en la mira. En varias ocasiones hemos sido testigos de actitudes poco amistosas por parte del centrocampista, quien ha tenido altercados con jugadores del Madrid como Tchouameni, Ceballos o Bellingham.

Además, este tipo de banderas no está permitido pasarlas al campo de fútbol. Nada que lleve la palabra 'anti' puede estar en un recinto deportivo, pues incita al odio. Así pues, que un futbolista la porte durante una celebración no ayuda a dar ejemplo.

Episodios previos

No solo ha tenido conflictos con el Real Madrid, sino que recientemente también protagonizó un incidente con el Getafe, en el que tuvo un altercado con Yellu. «¿Quién eres tú? Si eres malísimo», le soltó, lo que provocó la indignación de varios jugadores del equipo madrileño.

Además, no tuvo reparos en responder con contundencia a sus críticos, asegurando que «no tienen ni puta idea de fútbol». Una declaración que, a pesar del lenguaje vulgar y del contraste con los valores que el propio Barcelona suele proclamar, fue bien recibida por gran parte de la afición azulgrana.