El Real Madrid ha caído en semifinales de la Champions League ante el Manchester City
Manchester City 4-0 Real Madrid
Un mal Madrid cae con estrépito ante un City que ya parece campeón
Un exultante Guardiola consigue al fin eliminar a los blancos que solo durante algunos minutos al inicio de la segunda parte pusieron en duda el triunfo aplastante de los locales
El amarillo verdoso de los números madridistas era como el verde más claro de las franjas de yerba del Etihad. El City había hecho corrillo y luego, al empezar a jugar, rodillo. Lo cogía por el mango Bernardo en la presión y lo pasaba De Bruyne con la ayuda de cierto despiste visitante en las idas y venidas. Haaland tuvo una en punta, marchándose un poco por la izquierda, muy pegado a Militao, que le estorbó lo suficiente para que quedara en nada lo que parecía el apocalipsis.
El problema en la salida del Madrid se reproducía. Pero los locales habían decidido también meterse en la casa, como para buscar el remate cercano donde el poder y la envergadura de Courtois se quedan en menos. Así llegó el cabezazo del noruego, con Alaba sobrepasado, que el belga detuvo al límite en la inercia de la caída. Guardiola se llevaba las manos a la cabeza por tanto casi. El Madrid apenas eran los resortes de una máquina de pinball. Haaland era temible, pero el cerebro era De Bruyne, el doble del príncipe Harry.
Los de Ancelotti ni la olían, pero husmeaban por todas partes esperando el momento. Lo hizo Courtois otra vez al mismo, a un Haaland gritando en el drakkar. Remató otra vez con la testa el vikingo en la zona de muerte a contrapié del guardameta, que sin embargo consiguió voltearse para sacar una manopla inverosímil ante la desesperación de su oponente. Era una cosa extraordinaria el desempeño de Courtois como el dominio del City, que al fin consiguió el descoloque perfecto, arriba y abajo, arriba y abajo, de la defensa para abrir el marcador por medio de un Bernardo casi desnudo corriendo por un prado de Monet.
Kroos era el holograma más transparente de su equipo. Un problema enorme de entre un montón de ellos. Vinicius parecía decirle a Ancelotti que sus rivales eran fantasmas, como si solo se pudiera salvar esto sacando a Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis. Parece que se estiró el Madrid en cuanto la tocó Vinicius. Había habido un pequeño cambio que se confirmó en el zambombazo fiero de Kroos hecho cuerpo que salvó el larguero. Un espejismo, o no, después de que, otra vez, Bernardo, ahora completamente en cueros, se encontrara un melifluo rechace, como todos los de la noche del Madrid, para colocarla bombeada de cabeza por esa escuadra vulnerable.
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El dos a cero superaba el límite de lo tranquilizadoramente esperable, incluso más que el marcador, mucho más, el juego que era demoledoramente propiedad de los locales. Guardiola se frotaba las manos ante el espectáculo, celebrando sin disimulo la aplastante victoria parcial, que sin embargo aún no era insalvable gracias al mago Thibaut. Salió el Madrid punzante al inicio de la segunda mitad, queriendo manejarse más allá del mediocampo como tirándose en él. Pero no le dejaba el City. La imprecisión llegó y con ella los primeros idus de la primera parte.
Quería darle el Madrid una cosa al asunto, lo cual es una redundancia importantísima. Y lo conseguía un poco. Alaba probó en el libre directo a Ederson. Ahora estaba metido el Madrid, pero al borde del precipicio. No tenía otra opción que jugársela allí, en el abismo. Resistir el vértigo y correr. Y corrían los blancos, hoy negros, y se estiraban, corrían para hacer saltar las trampas para ratón que había puesto Guardiola por todo el campo. Ancelotti hizo un cambio de zorro plateado: sacó a Modric por la pesadilla de Haaland, Rüdiger, y puso a Camavinga en los medios, que empezó por poner un par de veces al príncipe Harry en el destierro.
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A Modric le acompañó en el banquillo Kroos, los dos ídolos atenazados en Manchester. La bala de Asensio, que nunca se sabe si es de plata o está oxidada, era la apuesta. Otra vez Courtois, otra vez, ¿cuántas? Le sacó el balón a Haaland, que iba a soñar, a pesar de todo, con la figura del mejor portero del mundo. Sufría el Madrid en el control del City, pero ya era solo eso: correr y sufrir.
El gol en propia puerta de Militao fue el comienzo del epílogo de la aventura europea este año de un mal Madrid en el peor momento. Ceballos, Tchouaméni, Lucas Vázquez… habían aparecido para intentar el imposible que no fue el cuarto gol en el descuento que firmó el adiós de los catorce veces campeones.
Ficha Técnica
Manchester City 4: Ederson; Walker, Stones, Ruben Días, Akanji; Rodri, Gündogan (Mahrez, 79'), De Bruyne (Foden, 84'): Bernardo Silva, Grealish y Haaland (Julián Álvarez, 89').
Real Madrid 0: Courtois; Carvajal (Lucas Vázquez, 80'), Militao, Alaba, Camavinga (Tchouaméni, 80'); Kroos (Asensio, 70'), Modric (Rüdiger, 63'), Fede Valverde; Rodrygo (Ceballos, 80'), Vinicius y Benzema.
Goles: 1-0 (Bernardo Silva, 23'). 2-0 (Bernardo Silva, 37'). 3-0 (Militao, p.p., 76'). 4-0 (Julián Álvarez, 90+1').
Real Madrid 0: Courtois; Carvajal (Lucas Vázquez, 80'), Militao, Alaba, Camavinga (Tchouaméni, 80'); Kroos (Asensio, 70'), Modric (Rüdiger, 63'), Fede Valverde; Rodrygo (Ceballos, 80'), Vinicius y Benzema.
Goles: 1-0 (Bernardo Silva, 23'). 2-0 (Bernardo Silva, 37'). 3-0 (Militao, p.p., 76'). 4-0 (Julián Álvarez, 90+1').
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