El Comité de Disciplina desestima la reclamación de Osasuna: no hubo alineación indebida del Barça

El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha cerrado definitivamente el caso que enfrentaba al FC Barcelona y a Osasuna por la presunta alineación indebida de Íñigo Martínez en el partido aplazado de LaLiga disputado el pasado 27 de marzo en el Estadio Olímpico Lluís Companys. La denuncia presentada por el club navarro ha sido desestimada, al considerar el organismo federativo que el central vasco estaba habilitado para participar en ese compromiso.

Osasuna basaba su reclamación en una cláusula del reglamento que establece un período de cinco días entre que un jugador deja de jugar con su selección por lesión y su participación en un partido oficial con su club. Según el equipo de Pamplona, solo habían pasado cuatro días desde el último partido de España en Nations League ante Países Bajos, un choque que se perdió el central de Ondárroa por lesión.

Sin embargo, Competición ha confirmado que el defensor del Barça fue oficialmente liberado por la RFEF antes del inicio de la concentración del combinado nacional, debido a unas molestias físicas que lo mantenían en fase de recuperación en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Al no haber llegado a incorporarse a la concentración ni formar parte activa de la expedición española, el jugador no estaba sujeto a la mencionada limitación temporal.

Desde el entorno de Osasuna, la decisión ha generado cierto malestar, pues consideran que el criterio aplicado abre la puerta a interpretaciones ambiguas sobre los plazos de liberación y participación. No obstante, la resolución es firme y valida el resultado del encuentro, que terminó con victoria por 3-0 para los azulgranas gracias a los goles de Ferran Torres, Dani Olmo y Robert Lewandowski.

Fin del asunto

Con este fallo, el Barcelona respira tranquilo en plena recta final del campeonato y se mantiene líder con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Así pues, la polémica, una más en una temporada marcada por los líos administrativos y las interpretaciones reglamentarias, parece haberse resuelto esta vez en favor del gigante catalán.