Inglaterra se queda con cuatro puntos y Estados Unidos, con dos, a falta de la última jornada

Inglaterra se queda con cuatro puntos y Estados Unidos, con dos, a falta de la última jornadaAFP

Inglaterra-Estados Unidos: el 'football' aburre tanto como el 'soccer'

Reparto de puntos y de juego. Nadie mereció la victoria, aunque Kane estuvo a punto de conseguirla en el último suspiro

Era mucho más que un partido. Era el football contra el soccer, una cuestión de filosofía, aunque una pugna desigual. Inglaterra partía como clara favorita y casi con la obligación de sumar los tres puntos y clasificarse para octavos de final. El 6-2 del debut contra Irán todavía estaba en la memoria de alguno y era la única que había demostrado algo de potencial… hasta que llegó España.
Si el partido hubiera seguido con la deriva de los primeros minutos podía haber acabado siendo uno de los más divertidos del torneo. Remate de uno, remate de otro, tiro de uno, tiro de otro, ataque de uno, ataque del otro… un mano a mano continuo entre dos equipos que habían perdido por completo la vergüenza y la puntería. Un homenaje al caos táctico y al desacierto. Si alguno de los dos hubiera atinado ya habría sido la bomba.
La más clara fue de Pulisic. Un derechazo del del Chelsea desde la esquina izquierda del área directo al larguero. Qué disparo. Unos centímetros más abajo y Pickford habría recogido el balón de la red. Los yanquis estaban mejor. Parecían ellos los dueños de la Premier League y los británicos los que jugaban en una liga de futbolistas casi retirados.
La réplica británica llegó al filo del descanso, el único tiro de Inglaterra entre los tres palos. Un balón entre líneas de Luke Shaw para Saka y este de primeras para Mount, que enganchó el disparo pegado a la línea del área. Gran parada de Turner a córner.
El juego de Inglaterra recordaba al de la Eurocopa y al del Mundial de Rusia. Rácano y espeso aunque normalmente efectivo. Los de Southgate no son precisamente de hacer disfrutar a los suyos con el fútbol, pero sí de pasar rondas. En la segunda parte, el espectáculo lo ponía Estados Unidos. Y tampoco es que fuera mucho.
Con los cambios se animaron los de la rosa. Southgate dio entrada a Henderson, Grealish y Rashford y el partido mejoró algo. Tampoco era complicado. El dominio pasó a ser inglés aunque sin grandes ocasiones. La única, un cabezazo de Kane que se marchó desviado por poco cuando restaban segundos para el final. Solo un tiro a puerta además del de Mount al final de la primera parte, un pobre bagaje para un plan de viernes noche. Hubo fiestas mejores incluso volviendo a casa antes de medianoche.
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