
Coco Gauff durante apagón en España
Varias tenistas relatan cómo vivieron el apagón en el Mutua Madrid Open: «De repente se dejó de escuchar»
Coco Gauff y Mirra Andreeva hablaron sobre los momentos de confusión que hubo en el torneo tras quedarse sin luz
El saque directo más extraño de la historia que ha sorprendido a todo el Mutua Madrid Open
La jornada del Mutua Madrid Open vivió este lunes un episodio tan insólito como memorable: un inesperado apagón dejó sin luz al recinto de la Caja Mágica justo cuando Coco Gauff y Mirra Andreeva acariciaban sus respectivas victorias. Ni marcador, ni megafonía, ni luces en los pasillos. Un silencio forzado y una atmósfera surrealista marcaron el desenlace de una jornada que, más allá del tenis, será recordada por el corte eléctrico.
Durante el duelo de la joven rusa Andreeva, el fallo eléctrico obligó al juez de silla a anunciar los puntos a viva voz, como si se tratara de un torneo amateur más que de un Masters 1000. Mientras tanto, Gauff vivía su propio momento insólito: el apagón la sorprendió justo al terminar su partido, en plena entrevista sobre la pista.
«Primero pensé que era un problema del micrófono. Luego, cuando salí, el pasillo estaba completamente a oscuras. Nadie me explicó nada en ese momento», confesó la estadounidense. «Creía que era un fallo puntual en el estadio, no imaginé que el apagón afectaba a toda la zona», añadió entre risas.
Gauff, que pidió a la organización jugar un poco más tarde, agradeció irónicamente que su petición de cambiar el horario no prosperase. «Intenté jugar más tarde, pero al final fue mejor así. Gracias a los supervisores de la WTA por decidir por mí. Lo peor de todo fue no poder ducharme. No había agua, solo tenía unas toallitas para bebés. Los hoteles también están sin luz, ni siquiera funcionan los semáforos. Es impresionante cuánto dependemos de la electricidad», reflexionó.
Por su parte, Mirra Andreeva compartió una escena casi de comedia con su compañera de dobles, Diana Shnaider, que se preparaba para enfrentarse a Swiatek antes de que todo se paralizara. «Diana estaba calentando en el gimnasio con la linterna del móvil», relató la rusa. «Parecía un campamento improvisado. La gente hablaba y se reía. Había un buen ambiente dentro del caos», explicó.