Cristina Fernández de Kirchner impulsó «Precios Cuidados» en 2014 como presidenta
Crisis de la inflación
El tope a la cesta de la compra de Yolanda Díaz lleva ocho años fracasando en Argentina
Cristina Fernández de Kirchner aprobó en 2014 «Precios Cuidados». Desde entonces, la inflación se ha disparado en Argentina. Los pequeños comercios, los grandes perjudicados
La medida que abandera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no es nueva. Argentina impuso un límite a ciertos productos de la cesta de la compra bajo el mandato de Cristina Fernández de Kirchner. La medida impuesta por la ahora vicepresidenta, no ha conseguido frenar una inflación, que continúa desbocada en el país sudamericano. En 2014, el gobierno argentino aprobó «Precios Cuidados». Fernández de Kirchner no inventaba nada. Años antes, el presidente francés, Nicolás Sarkozy puso en marcha la misma norma.
Con una inflación rozando el 30 %, Argentina demandaba cualquier medida que frenara un alza de los precios crónica. Fue entonces cuando la Casa Rosada lanzó el tope a una serie de productos de primera necesidad. Bebidas, alimentos y artículos de higiene contaron –aun lo hacen– con un precio delimitado.
Tras la marcha Kirchner, el conservador Mauricio Macri tomó el relevo, y mantuvo el tope a los artículos de la cesta de la compra, que sobrevive hoy en día bajo el mandato de Alberto Fernández, ampliada a casi un millar de productos.
Muchos argentinos se quejan de la baja calidad de los productos con precio limitado
El impacto que la medida ha tenido sobre la crisis de inflación que envuelve a Argentina ha sido nulo. Ocho años después de aprobarse la norma, el índice de precios se han disparado más de un 40 %, hasta superar el 71 %.
El programa cuenta con serias deficiencias. La norma solo se aplica en las grandes superficies, excluyendo durante años a los pequeños comercios, incapaces de ofrecer sus productos a un importe limitado. Muchos de ellos han sufrido una caída de las ventas al no poder competir. Desde el pasado mes de abril, el Ejecutivo argentino ofrece a estos establecimientos la posibilidad de adherirse de forma voluntaria al programa.
En sus primeros meses de rodaje, ya se acumulan las quejas. Muchos negocios de proximidad lamentan no poder conseguir ni un 10 % de los productos que incluye el programa, al precio topado.
Un desastre para los productores
Al margen, se acumulan los problemas que los productores tienen fruto del menor coste de sus productos. En España, las principales asociaciones de agricultores y ganaderos ya han advertido de los peligros de acotar el precio de sus productos.
Desde Asaja explican que sector agrario tiene su principal caballo de batalla en la dificultad para repercutir sus costes de producción en la venta de los productos, «ya que los precios se fijan verticalmente de arriba abajo en vez de ser, al contrario, siendo los sectores dominantes la distribución y la industria agroalimentaria».
Al margen, la ministra de Trabajo y el titular de Consumo, Alberto Garzón, siguen con su ronda de reuniones con los supermercados. Los encuentros han despertado ampollas dentro del Gobierno de coalición. Los ministros socialistas, José María Montero, Nadia Calviño y Luis Planas, han declarado que no comparten la propuesta abanderada por Díaz.
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