Calviño, contra las cuerdas por su intervención en el Instituto Nacional de Estadística

La actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos desde el año 2018 al 2023, indica en su libro Dos mil días en el Gobierno que «ayudó» al Instituto Nacional de Estadística (INE) a calcular un crecimiento de la economía española más elevado del que presentaban inicialmente.

Esta ayuda se produjo tras la destitución en junio de 2022 del entonces presidente del INE, Juan Manuel Rodríguez Poo, el primer presidente que abandonaba la institución en los últimos treinta años sin mediar cambio de Gobierno.

El Gobierno y Moncloa presionaron sobre los datos de la EPA y la Contabilidad Nacional

Dentro del INE confirman que desde el Gobierno y Moncloa se presionó especialmente sobre los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y la Contabilidad Nacional Trimestral, que da a conocer las cifras del PIB; pero el INE se negó a tocar nada, y el Gobierno pasó al ataque.

Desde instituciones como la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado (AESE) se criticó con dureza la decisión del Gobierno: «Supone una novedad sin precedentes que desde el propio Gobierno, y en particular desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, se cuestionen cifras de estadísticas del INE tan relevantes como el IPC o el PIB, y que desde el propio Ministerio se anunciara hace meses la creación de una estadística no oficial (dado que no está incluida en el Plan Estadístico Nacional) denominada Indicador Diario de Actividad para contraponerla al PIB», señalan.

La homogeneidad es lógica: si no se tiene, cada país puede hacer trampas y, por ejemplo, poner el dato de deuda pública que quiera. «La estadística es una ciencia sobre la que no debería haber injerencias políticas. Nunca se había producido una presión sobre el INE, y de repente ha habido presión e injerencia», añaden desde AESE. Algunos expertos van más allá y estiman que la presión para minar la credibilidad del INE se realizaba desde un año antes de la destitución de Rodríguez Poo.

Nunca se había producido una presión sobre el INE, y de repente ha habido presión e injerencia

Economistas como Juan Rallo afirman que las críticas sobre la metodología se pueden hacer (de hecho, él las hace), pero el problema con la destituciónfueron las formas: «Cuando nombraron a Rodríguez Poo lo hicieron con el pack metodológico que ha estado aplicando, ¿y ahora lo cesan porque prefieren otra visión metodológica que les beneficiaría más políticamente? Si de repente en tres meses el PIB crece al 5 % o al 6 %, ¿quién va a creerlo?».

El Mundo acaba de revelar además que el tono de Calviño con Rodríguez Poo fue «muy duro e impropio de conversaciones entre una vicepresidenta y un alto cargo público. Era un tono muy violento». El diario también comenta que Calviño habló despectivamente de la directora del departamento de Cuentas Nacionales, María Antonia Martínez Luengo, que llevaba veinte años dirigiendo la elaboración de las cifras del PIB, gozaba de un gran prestigio, y de hecho abandonó el INE en junio de 2024 para dirigir las estadísticas macroeconómicas de Eurostat en Bruselas.

El cambio de Rodríguez Poo por Elena Manzanera se reflejó en diversas revisiones al alza del crecimiento del PIB. Manzanera, que tiene un buen perfil técnico, ha desarrollado toda su carrera profesional en puestos directivos de organismos públicos durante el gobierno del PSOE en Andalucía.

Bajo su mandato, el INE ha revisado las cifras: el PIB real pasó de caer un 10,9 % en 2020, frente al 11,2 % que se había estimado anteriormente; a crecer en 6,7 % en 2021 (frente al 6,4 % de la estimación anterior), un 6,2 % en 2022 (5,8 % según la estimación anterior) y un 2,7 % en 2023 (2,5 % de acuerdo con la estimación anterior).

Las revisiones del INE son habituales, pero en este caso hay algunos hechos que llaman la atención. En la renovación de las cifras de crecimiento que el INE llevó a cabo el 27 de septiembre de 2024, lo que más sorprende es la subida del PIB real en 0,8 puntos en el primer trimestre de 2021 y en un punto en el primer trimestre de 2022 respecto a lo que se había dicho antes. Paradójicamente, el primer trimestre de 2021 coincidió con Filomena, la gran nevada que paralizó Madrid, y el primer trimestre de 2022 con el inicio del conflicto en Ucrania. A priori no parecen dos periodos propicios para un mayor crecimiento económico. Filomena cerró Madrid, el centro económico del país (supone casi el 20 % del PIB), durante cuatro días de enero: del 6 al 10. Y en cuanto al conflicto de Ucrania, disparó el precio del gas y diversas empresas e industrias tuvieron que dejar de producir por el crecimiento de sus costes energéticos.