Educación

Ossorio: «Al colegio no se va a ser adoctrinado»

El consejero ha dicho que el de Bachillerato es una continuación del resto de currículos que han causado «alarma» en la sociedad española

El portavoz del Ejecutivo madrileño y consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Enrique Ossorio, ha opinado que «al colegio no se va a ser adoctrinado y eso es lo que pretende hacer» el Gobierno con los nuevos currículos educativos.

El Consejo de Ministros ha aprobado el nuevo currículo de Bachillerato que se organiza en materias comunes, de modalidad y optativas (suman más de cuarenta asignaturas). Se implantará para 1º de Bachillerato en el curso 2022-2023 y para el 2º, en 2023-2024.

Igual que en el resto de currículos ya aprobados este año (Infantil, Primaria y Secundaria), Educación solo fija las enseñanzas mínimas –los saberes básicos de cada materia y las horas que hay que dedicarles–. El 60 % para las comunidades sin lengua cooficial y el 50 % para las que sí la tienen.

En declaraciones tras una reunión con representantes de Wolters Kluwer, Ossorio ha dicho que el de Bachillerato es una continuación del resto de currículos que han causado «alarma» en la sociedad española y en «muchas personalidades e instituciones» y que suponen «menos conocimiento» y esfuerzo y que están «absolutamente impregnados de ideología».

Ha añadido que aunque la igualdad entre hombres y mujeres, la sexualidad o el medioambiente son temas que hay que estudiar en los centros educativos, esto ya se hace, pero lo que no puede suponer es que se quiten «conocimientos» para impregnar los currículos de una «ideología afín a los dos partidos que gobiernan», PSOE y Unidas Podemos.

«A los colegios no se va a ser ideologizado sino a aprender y luego que cada uno en su vida tenga la ideología que quiera», ha argumentado el consejero, que ha asegurado que la Comunidad de Madrid regulará el 40 por ciento del currículo que le corresponde para incluir aquellas cuestiones que el Gobierno no ha querido implantar.

También ha criticado el «bachillerato general» para los alumnos que «no saben cuál es su vocación», porque a su juicio está «descafeinado» con «asignaturas naif» que no van a servir «para absolutamente ninguna actuación» ni los estudios posteriores.

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