La educación estonia es, sin discusión, la mejor en Europa
Informe PISA
Cómo se convirtió Estonia en la nueva Finlandia: sus resultados educativos, a la vanguardia europea
El país báltico no es una novedad en los primeros puestos del informe, pero el de 2022 ha supuesto su espaldarazo definitivo a sus políticas educativas
Es la nueva referencia educativa europea. Entre las ‘todopoderosas’ naciones asiáticas, como Singapur, Japón y Corea, la báltica Estonia les ha mirado en el informe PISA de tú a tú. Lo de este pequeño país no es sorpresa, ya que en 2018 se convirtió en la revelación, pero su salto a la élite merece la pena ser tenido en cuenta.
En matemáticas, Estonia hizo 510 puntos, superando a Suiza (508) por el cetro europeo, y avergonzando a otras naciones como la otrora prestigiosa Finlandia (484). En lectura 511, quedándose a tan solo cuatro puntos de Corea (515) y cinco de Japón (516); y en ciencia anotó 526, a tan solo dos de Corea (528).
Tras conocer los resultados, la ministra de Educación e Investigación, Kristina Kallas, declaró que sus números se caracterizaron por el hecho de que muchos niños estonios alcanzan un nivel básico en competencia en matemáticas: «Conseguimos estas puntuaciones no solo gracias a los niños más capaces, sino por los resultados de la media, que también fueron superiores. La profesionalidad de los profesores fue clave», aseguró.
«Los resultados afirman la eficacia y la equidad del sistema educativo de Estonia, mostrando que el rendimiento académico en el país sigue siendo en gran medida independiente de los antecedentes socioeconómicos», dijo Kallas, al comprobar que su país consiguió organizar bien la educación durante la pandemia de la covid gracias a las herramientas digitales y a una mentalidad de crecimiento.
Sin embargo, existen otros factores que explican el porqué de este buen desempeño:
Capacitados, pero también satisfechos
La investigación de PISA concluye que los estudiantes estonios no solo es que posean excelentes conocimientos y competencias, sino que están mayoritariamente satisfechos con su vida.
La valoración de su satisfacción vital (6,91 puntos) es superior a la media de la OCDE (6,75), similar a la de Suecia y ligeramente inferior a la de Finlandia (7,41).
Los niños estonios creen que los resultados dependen, en gran medida, de sus propias manos, de ahí que ocupen el primer puesto en la comparación de países en cuanto a mentalidad de crecimiento.
Por otra parte, es un tipo de estudiantado que se siente seguro en la escuela. Esa sensación de seguridad es superior a la media de los países de la OCDE porque tanto el camino al colegio como la vida dentro del aula es segura.
Compromiso con la educación
Estonia goza de un alto compromiso con la educación gracias a su propia marca educativa, Education Estonia –una iniciativa del propio Gobierno–que refuerza su reputación internacional.
La educación estonia está basada en la innovación digital y en la tecnología para facilitar el aprendizaje pero buscando un equilibrio con los métodos tradicionales.
Las estimaciones de PISA hablan de un enfoque caracterizado por la inclusividad y la equidad, garantizando la igualdad de acceso a una educación de calidad con independencia de los antecedentes. Los sistemas de FP (Formación Profesional) y la enseñanza superior destacan por su flexibilidad y adecuación a las necesidades de la industria moderna.
El documento refleja que existe un interesante paralelismo entre los resultados de PISA y su condición de nación con más startups por renta per cápita.
Menos horas lectivas
Estonia cumple con el postulado de que es que la escuela la que se adapta a los niños y no al revés. La educación obligatoria comienza, por ejemplo, más tarde que en España (a los siete años) y ese inicio es además flexible. Si el niño no estuviera aún preparado, ese comienzo se retrasaría.
El horario, además, es distinto, y se intenta adaptar a los ritmos que sean más adecuados para el estudiantado. Por último, los profesores y alumnos tienen menos horas lectivas que en España y más descansos. Por último, el país báltico invierte un 6 % de su PIB en educación y se ofrece una comida gratuita al día.
El horario, además, es distinto, y se intenta adaptar a los ritmos que sean más adecuados para el estudiantado. Por último, los profesores y alumnos tienen menos horas lectivas que en España y más descansos. Por último, el país báltico invierte un 6 % de su PIB en educación y se ofrece una comida gratuita al día.
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