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25 de abril de 2024

A la derecha, la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua

A la derecha, la portavoz de Bildu, Mertxe AizpuruaEFE

Fin de la incertidumbre

Otegi sale al rescate del decreto de Sánchez y le libra de quedar en manos del PP

Los cinco votos de Bildu favorables al decreto anticrisis aseguran al Gobierno la convalidación de este jueves independientemente de lo que haga Feijóo

La incertidumbre del Gobierno ha terminado antes de tiempo. Bildu ha asegurado a Pedro Sánchez los votos que le faltaban para convalidar el decreto anticrisis después de 48 horas de nervios.
«Nosotras decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos y hoy actuaremos con responsabilidad. Aprobaremos este decreto», ha anunciado su portavoz, Mertxe Aizpurua.
El Ejecutivo ya no necesitaría ni siquiera la abstención del PP de Alberto Núñez Feijóo, cuyos diputados finalmente votarán en contra. Sánchez tiene asegurados más síes que noes. Votarán a favor el PSOE, Unidas Podemos, el PNV, Bildu, el PDeCAT, Más País, Compromís, PRC, Nueva Canarias y Teruel Existe. Suman 175, que serán 176 si el BNG vota también a favor (durante el debate no lo ha desvelado).
En realidad, Bildu insinuó su voto favorable el viernes de la semana pasada, por boca del diputado Jon Iñarritu, pero en política seis días son un mundo. Y en esta ocasión más, dado que desde entonces la bola de nieve de Pegasus ha ido creciendo y no estaba claro si ERC arrastraría a Bildu -su socio tantas veces- al «no».
Aun así, Aizpurua ha advertido al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños: «Aprobaremos este decreto por la gente, no por este Gobierno». Y le ha reprochado que no es buena idea «espiar a quienes permitimos que este Gobierno avance».
Tras ella, la diputada del PNV Idoia Sagastizabal ha alertado a Sánchez de su debilidad: «No se puede estar siempre transitando en la cuerda floja porque al final te acabas cayendo».
A cambio, Bildu estará en la comisión de secretos oficiales, cuya composición se vota este mismo jueves en un pleno extraordinaria. Tal era la prisa de los socialistas, que no han esperado siquiera al pleno ordinario de la próxima semana.
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