Pedro Sánchez a su llegada al Congreso
El presidente saca pecho
Sánchez se autohomenajea en el Congreso y presume de un Gobierno «social y ejemplar»
El presidente ha reunido a sus diputados y senadores coincidiendo con el cuarto aniversario de la moción de censura para invocar juntos aquel espíritu, en un momento delicado para el PSOE
Pedro Sánchez ha reunido este miércoles a sus diputados y senadores para darse un homenaje a sí mismo e invocar, juntos, el espíritu de la moción de la censura. En un momento en que los socialistas están necesitados de optimismo, puesto que las medidas adoptadas para luchar contra la inflación se están quedando muy cortas y sus perspectivas en las elecciones andaluzas son muy malas.
Precisamente para tratar de embridar la inflación, el presidente ha anunciado que el Gobierno prorrogará tres meses las medidas contenidas en el decreto anticrisis, hasta el 30 de septiembre.
Anuncio en el Congreso
Sánchez prorroga hasta septiembre el decreto anticrisis al no poder contener la inflación
«La democracia española puso fin a un gobierno sentenciado política y judicialmente, que usó las instituciones para tapar sus vergüenzas, sus escándalos de corrupción», ha afirmado Sánchez en alusión a los tiempos de Mariano Rajoy.
«Siempre nos hemos mantenido fieles al mandato de esa moción de censura: que España cuente con un Gobierno social y ejemplar ante una oposición destructiva», según el presidente.
En ese punto, diputados y senadores le han dedicado una ovación cerrada, mientras Sánchez presumía de un Gobierno que «respeta la división de poderes y prestigia las instituciones». Pasando por alto que empujó a la presidenta del Congreso a retorcer el Reglamento para incluir a los independentistas en la Comisión de Secretos Oficiales y que tiene al CGPJ maniatado, porque en marzo de 2021 aprobó una reforma de la Ley del Poder Judicial por la que el órgano de gobierno de los jueces no puede aprobar nombramientos estando en funciones.
La voracidad sanchista
Sánchez consuma el abordaje del CNI y ya mira al Constitucional como siguiente víctima
Durante su intervención, Sánchez ha desgranado algunos de los hitos de la que ha llamado la «agenda de conquistas sociales de derechos y libertades», con tres por encima del resto: los 20 millones de empleados dados de alta en la Seguridad Social, el 50 % de contratos indefinidos y los 1.000 euros de salario mínimo interprofesional. «Aún tenemos mucha tarea por delante», ha dicho a sus correligionarios.
El líder del Ejecutivo tampoco ha ahorrado en descalificativos hacia el PP, en el mismo tono que viene manteniendo en las últimas semanas contra Alberto Núñez Feijóo.
«Cuatro años después (de la moción de censura) vemos que el PP de hoy, de ayer, de antesdeayer es el de siempre, que mira a la corrupción de la misma manera y reacciona de la misma forma. Es capaz de sustituir a su presidente por denunciar un caso de corrupción. La derecha aún tiene deberes pendientes cuando se trata de la ejemplaridad», ha sostenido.
La reunión de Sánchez con diputados y senadores no ha podido disimular la intranquilidad existente entre los socialistas por el empeoramiento de la situación económica y por sus dificultades para armar mayorías en las Cortes.
La semana pasada, Sánchez tuvo que recurrir al PP para aprobar la Ley Audiovisual, en contra de la que votó ERC -otra vez-. Aquella fue, además, la primera vez en que Unidas Podemos votó distinto que el PSOE -se abstuvo- respecto a un proyecto de ley salido del Consejo de Ministros del que forma parte.
Dos semanas antes, el presidente había tenido que recurrir también al principal partido de la oposición para esquivar las dos enmiendas a la totalidad presentadas por los independentistas a la Ley de Seguridad Nacional.
En el equipo de Sánchez vienen aplicando una máxima desde hace algún tiempo: «Cada día tiene su afán». Puesto que son rehenes de las urgencias diarias.
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