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La jueza María Luisa Segoviano interviene durante la clausura de la X Edición de los Premios Puñetas que concede la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (ACIJUR), Madrid, en 2021Europa Press

Crisis institucional

La candidata del ala conservadora del CGPJ neutraliza el plan de Sánchez para controlar el TC

La propuesta de María Luisa Segoviano, primera y única magistrada que ha logrado presidir una Sala del Supremo, cuenta con la mayoría necesaria para ser elegida sin el apoyo de la izquierda del Consejo

Una mujer, progresista, exmagistrada del Supremo y, hasta hace unas semanas, uno de los perfiles favoritos del ala izquierda del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para incorporarse al Constitucional, la juez María Luisa Segoviano, nueva propuesta del sector conservador del órgano –junto con César Tolosa, el actual presidente de la Sala Tercera del Alto Tribunal–, ha cogido con el pie cambiado a los vocales en minoría. Y garantiza, salvo hecatombe, que el bloque de los afines al PP se asegure la aprobación de sus dos nombres en el Pleno extraordinario que tendrá lugar el 27 de diciembre; frenando la propuesta bendecida por Moncloa, el procatalanista José Manuel Bandrés; y, neutralizando los planes del Gobierno para reformar la ley y controlar, cuanto antes, la Corte de Garantías.
La reunión del CGPJ de este jueves sorprendía, pese a no estar previsto en el orden del día, con una petición in voce de cinco vocales conservadores al presidente sustituto, Rafael Mozo, para instar un nuevo intento de votación de los candidatos del máximo órgano de los jueces, al Constitucional. Pero, para ello, antes se producía un cambio en el tándem planteado, formalmente por el sector mayoritario. Con la renuncia al perfil de Pablo Lucas Murillo de la Cueva –y la inclusión de la magistrada Segoviano, la primera mujer presidenta de Sala del Supremo– los conservadores se aseguran recuperar el voto del vocal Enrique Murillo, quien se había abstenido en la anterior ocasión, la del pasado día 20, por su relación de parentesco con el candidato, ya que son hermanos.
Con los 11 votos del bloque mayoritario, que sumaría la entrada en juego de Murillo, sobre un total de 17 consejeros, sería suficiente –incluso persistiendo la negativa de la vocal Clara Martínez de Careaga, mujer de Cándido Conde-Pumpido, el magistrado que aspira a presidir el TC, a abstenerse en el trámite– para que en la próxima cita resulten elegidos tanto Segoviano como Tolosa, sin necesidad de contar con ningún apoyo del bloque progresista.
Así las cosas, el ala izquierda tendrá «muy difícil justificar su insistencia en Bandrés» salvo por el hecho de que es el candidato que cuenta con el aval del Ejecutivo socialista para ocupar el puesto. El perfil de la exmagistrada es «imposible de rechazar», según fuentes próximas a la institución, sobre todo teniendo en cuenta que era una de las favoritas en la propia lista planteada, de inicio, por los vocales progresistas a sus compañeros conservadores para renovar el Constitucional.
El Tribunal de Garantías quedaría, por tanto, actualizado antes de final de año con la llegada de los dos designados por el Gobierno –el exministro de Justicia encargado de firmar los indultos al procés, Juan Carlos Campo; y, la exalto cargo de la Generalitat, Laura Díez– y los dos del Consejo, de acuerdo a la exigencia de mayoría reforzada de tres quintos, recogida en la ley actual; y, dejando sin efecto los argumentos del Gobierno de Pedro Sánchez para retocar las leyes del CGPJ y del TC, cuyas enmiendas por la puerta de atrás ha parado la propia Corte en los últimos días, bajo la excusa de forzar el bloqueo en una renovación que lleva esperando desde el pasado mes de junio.