La presidenta de Baleares, Marga Prohens, en el Senado
Cara y cruz
La presidenta balear utiliza el catalán en el Senado y el presidente valenciano usa el castellano y lo defiende
Marga Prohens hizo parte de su discurso en catalán, en una sesión convocada por su partido para denunciar las imposiciones del independentismo catalán. Carlos Mazón le enmendó la plana
La presidenta de Baleares, Marga Prohens, utilizó el catalán durante parte de su intervención ante la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado.
Lo hizo en una sesión convocada por su partido, el PP, para denunciar cómo Pedro Sánchez está rompiendo el principio de igualdad de todos los españoles para ganarse el favor y los votos del independentismo catalán. Lo que supone «humillar y traicionar a millones de españoles», en palabras del presidente de Murcia, Fernando López Miras, que fue uno de los más contundentes.
Prohens empleó el catalán incluso para afirmar: «Seguiremos defendiendo que somos un país de ciudadanos libres e iguales». Precisamente cuando, en las Islas Baleares, la presidenta y Vox libran su primer gran pulso a cuenta de la política lingüística. El partido de Santiago Abascal quiere que Prohens profundice en la libre elección de lengua, como acordaron al comienzo de la legislatura.
El gesto de la presidenta insular contrastó con el de la Comunidad Valenciana. Carlos Mazón utilizó el castellano durante toda su intervención (salvo en la frase de despedida) e incluso defendió su decisión: «Reconociendo la singularidad del valenciano me permito a usar la que es también lengua oficial, el castellano», señaló.
Es más. Mazón recordó que la lengua de la Comunidad Valenciana «se llama valenciano y no se llama de otra manera», en presencia de su antecesor en el cargo, el hoy senador del PSOE Ximo Puig. El presidente valenciano definió a Puig y a sus malogrados socios de Compromís como los «delegados valencianos del procés, que se prestan como avanzadilla para esa ensoñación de los Països Catalans en la que solo ellos creen».
También acusó al anterior Gobierno de la Comunidad Valenciana de imponer el 25 % de las clases en valenciano en zonas castellanoparlantes.
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