Detalle de la guardería Pecas de Pozuelo de Alarcón, investigada por la Policía
La policía, a los padres de los bebés agredidos de la guardería de Pozuelo: «Hay que estar muy preparado para ver los vídeos»
Golpes con libros en la cabeza, en las manos, ridiculizarlos cuando se orinaban, empujones, castigarles en el cuarto oscuro... Lo que se ve en los vídeos que sirvieron para denunciar asusta
La joven que entró en prácticas en la guardería de Pozuelo de Alarcón, una de las zonas más pudientes de Madrid, no quería que nadie dudase de ella. Desde casi el primer día que entró a trabajar observó comportamientos poco profesionales, amorales e incluso delictivos con los niños de 1 y 2 años de edad a los que cuidaba. Decidió sujetar el vómito y el asco que le producían esos comportamientos y, como si no pasase nada, los grabó.
Durante dos meses registró con su teléfono móvil imágenes espeluznantes. Tanto, que cuando los padres le pidieron a los agentes que se las enseñaran, estos respondieron que no podía ser: «Hay que estar muy preparado psicológicamente para ver los vídeos». La advertencia no es baladí. Según ha podido saber El Debate, en esas secuencias se ve a bebés de entre dos y tres años a los que presuntamente golpean con libros en la cabeza, en las manos, les gritan, se ríen de ellos y les ridiculizan cuando se orinan encima, les encierran en un pasillo oscuro a modo de castigo, les empujan... «Lo más duro no se lo quisieron contar», comentan fuentes cercanas a la investigación.
Para los padres, la pesadilla comenzó el miércoles pasado. Ese día sobre las 17.00, a la hora de ir a recoger a sus bebés, el centro les informó por mail de forma aséptica y breve de que el viernes anterior, dos de sus trabajadoras, las que cuidaban en clase a sus hijos, habían sido detenidas. Algunos padres, los menos, ya lo sabían, porque les había llamado la Policía antes. Otros, los más, se enteraron por el comunicado, y unos pocos al llegar a la escuela no habían mirado el mail y se enteraron de forma abrupta.
Hubo llantos, muchos nervios e infinidad de preguntas. La guardería dio las explicaciones que consideró oportunas (sucintas), así que los padres se presentaron en la comisaría de Policía de Pozuelo de Alarcón para ser informados. Les fueron llamando uno a uno. Les contaron: «La chica de prácticas grabó varios vídeos durante dos meses. En total son diez minutos de días diferentes en los que se ven actitudes que a nuestro parecer son constitutivas de delito».
También les explicaron quiénes eran las cuidadoras detenidas. Les dijeron que las habían detenido el viernes 24 de noviembre, cinco días antes de que ellos supieran nada. Entre los progenitores hay bastante indignación con el centro infantil. El lunes, el boletín en el que les informaban de cómo habían pasado el día sus pequeños venía firmado por una de las detenidas el viernes anterior. Es decir, a pesar de la actuación de la Policía, el centro permitió que siguiese trabajando asumiendo el potencial peligro.
El comportamiento del centro también está en la mira de los investigadores. Aunque los padres no tienen acceso a las imágenes de las clases, hay cámaras de videovigilancia en cada aula. Desde la recepción se ven todas las pantallas. «Hemos detectado comportamientos presuntamente delictivos durante dos meses en los vídeos de la joven en prácticas», apunta una fuente. «Sospechamos que el centro pudiera saber y quién sabe si consentir a la trabajadora más veterana ese comportamiento».
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