Yolanda Díaz se ha gastado 60.000 euros públicos en sus giras promocionales solo en un año

La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, se gastó cerca de 60.000 euros de dinero público, en apenas un año, en viajes promocionales de su agenda política propia disfrazados de institucionales, según ha tenido que desvelar, tras meses de ocultismo, forzada por El Debate.

Se trata de la misma dirigente que, en 2023, le impuso a Pedro Sánchez una plan para prohibir a la ciudadanía los vuelos a destinos que tuvieran alternativa en transporte ferroviario con tiempos inferiores a las tres horas, algo que ella misma desecha cuando se trata de sí misma y que, en todo caso, empieza a ser imposible por los reiterados fallos de ADIF con los trenes, con nueve episodios de colapso en los últimos meses y decenas de miles de personas atrapadas en estaciones y vagones sin ninguna explicación del ministro de Transportes, Óscar Puente.

Yolanda Díaz y Ernest Urtasun pusieron rumbo hace solo unos días a Budapest para asistir a la manifestación del Orgullo LGTBIQ+, pese a la prohibición impuesta por el presidente Viktor Orban de que se celebrase. Una nueva excursión de la vicepresidenta, de la que, a cierre de esta edición, no ha detallado acompañantes, motivos, ni si cuenta con el beneplácito de Sánchez, pese a que El Debate se lo ha solicitado expresamente.

Pero la realidad es que la también ministra de Trabajo no suele ser muy transparente a la hora de aclarar sus numerosos viajes, pese a que solo desde 2023 ha gastado más de 93.000 euros de dinero público, mientras exige «medidas de regeneración democrática» a Sánchez ante la corrupción del PSOE.

«La corrupción cero sí es posible, yo no robo, mi partido no roba», ha dicho Díaz, en el marco de la IV Conferencia de la ONU para la Financiación al Desarrollo, aunque su proceder tampoco es ejemplar, puesto que la vicepresidenta es reincidente y solo cuando el Consejo de Transparencia ha dictado la resolución 2025-068, del 9 de junio, se ha visto obligada a revelar los gastos de viaje en los que ha incurrido en 2023 y 2024, tras meses de absoluto silencio para ocultarlos.

La vicepresidenta reincidente

En concreto, la orden del CTBG exigía detallar las dietas y los gastos de hotel, transporte y manutención de la vicepresidenta; una orden que ha cumplido a medias, pues en el escrito remitido por su directora de Gabinete, Virginia Uzal, el pasado 12 de junio, únicamente recoge un listado de los viajes, del que se puede extraer que ha destinado a sus excursiones la escandalosa cifra de 93.085,73 euros, desde 2023, Falcon al margen, pese a que hace uso del mismo.

Sin embargo, la mayor parte de esos desplazamientos se concentraron en 2024, cuando destinó 59.809,83 euros, casi tres veces más que los 19.867,92 euros que gastó en 2023; y lejos de los 13.407,98 euros que se contabilizan en este 2025, aunque no detalla la fecha en la que se cierra este listado.

Aun así, en 2023, casi la mitad del presupuesto se fue a parar al viaje que realizó en abril para su «intervención en la presentación de la primera resolución en materia de economía social en la Asamblea General de Naciones Unidas», en Nueva York, cuando gastó nada menos que 9.657,23 euros.

Esta cuantía es similar a la registrada en febrero de 2024, cuando regresó a los Estados Unidos para encontrarse con su homóloga en el Gobierno estadounidense y con representantes sindicales del sector del motor, en un viaje que le sirvió para recorrer Washington y Detroit, y que costó 9.139,95 euros.

La excursión promocional más cara fue a México

Sin embargo, no fue el viaje más caro que realizó la vicepresidenta el año pasado, sino que el más costoso fue un mes antes, en enero, cuando dedicó 10.229,87 euros para poner rumbo a México, participar en la conferencia sobre la Red Iberoamericana de Economía Social y reunirse con la entonces candidata y hoy presidenta, Claudia Sheinbaum.

Además, en julio de ese mismo año acudió a Brasil para el encuentro de ministros de Trabajo del G20 y así aprovechar para reunirse con el secretario general de la Confederación Sindical Internacional, un viaje que costó 6.390,22 euros; cifra similar a la del traslado a Colombia para la XXII Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, en octubre, que llegó a los 6.828,06 euros; y ligeramente inferior a los 6.888,78 euros, que se gastó en regresar a México en diciembre.

Respecto a los datos de 2025, el viaje más caro de los que ha realizado la vicepresidenta es el que le llevó en febrero a Argentina para reunirse con las organizaciones sindicales y dar una conferencia sobre la reforma laboral, que costó a las arcas públicas 6.477,33 euros.

Sin embargo, pese a la orden del Consejo de Transparencia, la vicepresidenta no incluye en su listado ningún desglose explicando a qué ha dedicado el dinero destinado a cada viaje, ni tampoco la fecha concreta del mismo, algo que no sorprende si se tiene en cuenta que ya fue condenada en un juicio a instancias de este periódico por algo similar. En concreto, fue sentenciada a pagar las costas del procedimiento, a cuenta del erario, después de pasarse meses ocultando el coste de los viajes que realizó entre 2020 y 2022.

El TSJM ya condenó en costas a Yolanda Díaz

De hecho, tal y como reveló El Debate, sólo cuando Yolanda Díaz se vio acorralada en los tribunales por ocultar estos gastos durante más de un año cedió, tal y como relataba la propia sentencia, que hizo un resumen del periplo judicial que tuvo que realizar este periódico para que la vicepresidenta facilitase unos gastos que deberían hacerse públicos, tal y como obligaba el Consejo de Transparencia (CTBG), en su resolución 712/2023 de 6 de septiembre.

En ella, el CTBG reprendía a la vicepresidenta y recordaba que «conocer el importe de las dietas y gastos abonados a los altos cargos y miembros del Gobierno contribuye indudablemente a conocer cómo se manejan los fondos públicos y bajo qué criterios actúan nuestras instituciones, por lo que entronca directamente con la finalidad de transparencia de la acción de los responsables públicos a la que sirve la LTAIBG».

Además, reprochaba a la ministra de Trabajo considerar esta cuestión «abusiva», tal y como su departamento había argumentado previamente, pues consideró que «ni hay una extralimitación en la conducta carente de finalidad seria y legítima, con voluntad de perjudicar o huérfana de interés legítimo, ni se observa un exceso en el ejercicio del derecho que pueda calificarse como anormal. En consecuencia, no se puede considerar justificado el carácter abusivo de la solicitud».

Sin embargo, Yolanda Díaz no cumplió y no remitió la lista de gastos y viajes solicitada por este periódico y que abarcaban el periodo comprendido entre 2020 y 2022, por lo que El Debate tuvo que recurrir a la justicia para que tomara cartas en el asunto.

Una vez que se inició el procedimiento y el TSJM admitió a trámite la denuncia, Trabajo tuvo que recular y admitir que la vicepresidenta, desde que llegó al cargo, en enero de 2020, y hasta diciembre de 2022, necesitó más de 75.000 euros para sus gastos, y que sus viajes de promoción personal costaron a los españoles más de 44.000 euros.

El programa de Sumar para las Elecciones Generales del 23 de julio de 2023 defendía, literalmente, el impulso a «una racionalización del transporte aéreo, incrementando la oferta de transporte público ferroviario y por carretera y limitando los vuelos en distancias que pueden ser fácilmente sustituibles por tren. Asimismo, potenciaremos el tren nocturno y la conexión internacional y multimodal en puertos y aeropuertos».