Sánchez, obligado a desvelar a quién invitó al Falcon en 122 vuelos entre sospechas de que lo usaron protagonistas de las tramas de corrupción

Pedro Sánchez no quiere que se conozca a quién ha invitado a subirse al Falcón, considera abusivo que se lo pregunten y ha corrido un tupido velo sobre el asunto, entre sospechas de que en ese listado misterioso figuren personas relacionadas con las tramas de corrupción que le acorralan. Pero, pese a su resistencia, tendrá que desvelar las identidades de esos tripulantes tal vez inesperados, tras una histórica resolución instada por El Debate que le ordena detallar quiénes han sido sus ahora anónimos acompañantes.

¿Sánchez invitó a implicados en la trama Koldo a subir al Falcon? Algunas informaciones aparecidas en los últimos días invitan a pensar que sí, pues existen empresarios investigados que compartieron viaje a Argelia con el presidente; sin embargo, Moncloa se ha negado a confirmar la identidad de los acompañantes que han compartido desplazamiento con Sánchez entre 2022 y 2023.

Una opacidad contraria a lo estipulado por la normativa, que define como relevante el acceso a la información sobre los viajes oficiales de los representantes del Estado, ya que «contribuye de manera clara y directa al control de la actividad pública».

Así lo ha ordenado el Consejo de Transparencia en su resolución 2025-0765 de 20 de junio que obra en poder de El Debate y en la que, una vez más, el organismo independiente afea al Gobierno sus intentos por ocultar la larga lista de desplazamientos y acompañantes de Sánchez, después de que Moncloa considerase «abusiva» la pretensión de conocer quién sube con Sánchez al Falcon.

El organismo, una vez más, enmendaba lo argumentado desde la Secretaría General de Presidencia, en un documento fechado el pasado 31 de marzo y firmado por la directora jurídica de Moncloa, Beatriz Rodríguez. Ni el peligro para la seguridad nacional; ni la protección de datos de carácter personal, como tampoco el riesgo de que Moncloa sufriera una parálisis en su gestión diaria de la agenda del presidente Sánchez ni, por último, la mala fe por el carácter abusivo de las preguntas escritas formuladas por este periódico en su labor investigadora, ninguna de las alegaciones formuladas por Presidencia del Gobierno han impedido un nuevo varapalo al gobierno más opaco en su gestión y rendición de cuentas.

Aun así, los intentos del Gobierno por ocultar todo lo relacionado con los viajes de Sánchez no son nuevos, sino que se encarga una y otra vez de dilatar plazos y esconder respuestas u ofrecerlas a medias.

De hecho, El Debate solicitó, expresamente, el pasado mes de febrero, la «relación de vuelos efectuados en aeronaves oficiales del Estado, con indicación de destinos, fechas, motivo del viaje, importes abonados a Defensa en concepto de uso de aviones oficiales y relación de acompañantes en dichos viajes del presidente del Gobierno durante los años 2023 y 2024» y la única respuesta recibida ha sido un «listado de desplazamientos del Presidente de Gobierno para el que solicitó el uso de aeronave oficial, con indicación de la fecha del desplazamiento y el destino de la actividad», sin más detalle.

Presidencia se ha limitado a aclarar que no abona nada a Defensa por el uso del Falcon y otras aeronaves del Estado y no ha facilitado el motivo del viaje, sino que simplemente remite un enlace a la agenda de Moncloa para consultar la razón de más de un centenar de desplazamientos por todos los rincones del mundo, en los que no aparece la fecha de regreso, por lo que no se puede conocer cuántos días ha dedicado a cada uno de sus viajes.

En concreto, se trata de 122 viajes con destinos tan variopintos como Marruecos, Bruselas, Egipto, Estados Unidos o República Dominicana, a los que Sánchez se ha desplazado en estos dos años, sin que haya realizado más aclaraciones al respecto.

De esta manera se constata la opacidad total que impera en Moncloa al respecto del Falcon, pues incluso el Gobierno prefiere pleitear en los tribunales para mantener en secreto su uso, no solo por parte de Sánchez, sino también de la propia Begoña Gómez.

La polémica utilización de recursos públicos para fines privados, la composición de las comitivas que acompañan al líder socialista o la naturaleza incluso de algunos viajes le persiguen desde 2018, cuando estrenó su cargo con una expedición a Castellón, acompañado por su esposa, coronada con una controvertida presencia en un concierto musical.