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Yolanda Díaz y Unai Sordo, en la clausura del último Congreso de CCOO, en junio

Yolanda Díaz y Unai Sordo, en la clausura del último Congreso de CCOO, en junioEFE

La reunificación imposible

Podemos rechaza volver con Sumar a una lista liderada por Unai Sordo en lugar de Yolanda Díaz

  • Los morados se jactan de haberse negado a la última oferta de sus antiguos socios, porque insisten en ir por libre con Irene Montero

  • Desde CCOO aclaran: «Sordo no liderará ninguna candidatura», aunque no desmienten que haya habido un ofrecimiento

En el convulso panorama de la izquierda se abre paso un nuevo nombre, hasta ahora ajeno a la primera línea de la política. Se trata del secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo.

Según Podemos, Sumar les ha ofrecido volver al redil de una candidatura de unidad para las próximas generales encabezada por el sindicalista, para superar definitivamente la ruptura que ambas partes protagonizaron tras las elecciones de 2023. No por casualidad, Sordo es una persona de la confianza de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Con él al frente, Díaz se aseguraría esquivar el veto ad hominem de Podemos hacia ella, puesto que los morados jamás estarán en una lista electoral que la gallega lidere, y a la vez seguir teniendo el control.

Los de Ione Belarra hablaron de ello a puerta cerrada durante su último Consejo Ciudadano Estatal, que tuvo lugar el pasado sábado, según fuentes de Podemos consultadas por El Debate. Y también se jactaron de haber respondido que no, porque su intención sigue siendo liderar su propia lista a los próximos comicios, con Irene Montero como candidata. Y, si acaso, que se les una quien quiera. Pero dejando claro quién manda.

Irene Montero en la concentración pro Palestina en Cercedilla

Irene Montero en la concentración pro Palestina en CercedillaEFE

De hecho, Belarra anunció que la exministra de Igualdad sería la cabeza de cartel allá por abril, en lo que se interpretó como el portazo definitivo a Sumar, al que Pablo Iglesias se ha referido varias veces como «un proyecto políticamente muerto». No en vano, por aquellos días Sumar acababa de celebrar una asamblea refundacional para constituirse como un partido al uso, con llamamientos de sus principales referentes a la reunificación del espacio.

En Podemos están convencidos de que en 2026 habrá elecciones generales, y aspiran a sacar entre cuatro y cinco escaños. En la reunión del sábado, Montero llegó a pronosticar que la UCO acabará desencadenando esos comicios con alguno de sus informes, quieran o no quieran los socialistas. A finales de agosto, Belarra aseguró en RNE que el compromiso de Sánchez de llevar al Congreso unos Presupuestos Generales de casi imposible aprobación es, en realidad, una coartada para convocar elecciones cuando a él mejor le venga, y no cuando se vea cercado por la corrupción sin solución.

La respuesta de CCOO

Desde Sumar no quieren entrar a valorar una información de la que no tienen «constancia», según fuentes oficiales consultadas por este periódico. Por su parte, desde Comisiones Obreras aseguran que Sordo «no liderará ninguna candidatura», aunque no desmienten que haya habido un ofrecimiento. «Unai Sordo ha sido elegido recientemente como secretario general de CCOO y ese será su compromiso en los próximos años», señalan desde el sindicato más grande de España.

El 21 de junio, Sordo fue reelegido líder de Comisiones Obreras para un tercer y último mandato, puesto que así lo estipulan los estatutos de la organización. Su candidatura fue la única. La ministra de Trabajo participó en la clausura del 13º Congreso Confederal del sindicato, y tuvo palabras muy afectuosas para Sordo: «Yo te doy las gracias por altura de miras, en lo personal, porque en los momentos clave siempre has estado ahí».

El miércoles pasado, ambos vivieron juntos la derrota de la reducción de la jornada laboral en el Congreso, puesto que tanto Sordo como el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, siguieron el debate desde la tribuna de invitados. La tarde antes, el líder de CCOO había sido recibido en la Moncloa por Sánchez, con quien también guarda una relación cercana.

Los líderes de UGT y CCOO, el pasado miércoles en la tribuna del Congreso

Los líderes de UGT y CCOO, el pasado miércoles en la tribuna del CongresoEFE

El fracaso de la medida estrella de Díaz para esta legislatura ha reabierto un debate en Sumar que, en realidad, empezó cuando ésta renunció al liderazgo de su proyecto político para centrarse en su gestión en el Ministerio de Trabajo. Fue después del mal resultado en las elecciones europeas de junio de 2024 y, antes, en las gallegas. A partir de entonces, varios de los partidos que componen la constelación de Sumar, como Izquierda Unida, Más Madrid, los comunes y Compromís, empezaron a sugerir que Díaz no debe ser la candidata en las siguientes generales. O, al menos, que debe haber primarias para decidirlo.

Esas formaciones son conscientes de dos cosas. En primer lugar, de que la reunificación de la ultraizquierda no es solo deseable, sino que es indispensable para tener alguna posibilidad de revalidar el Gobierno. En segundo lugar, que si la vicepresidenta segunda es la candidata, Podemos nunca se subirá a ese barco. Es una cuestión personal.

De hecho, en agosto los morados cerraron la puerta a reeditar una candidatura de unidad en Andalucía como la que formaron en 2022, junto con Izquierda Unida, Sumar e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Dicen que prefieren solos que mal acompañados. En realidad, lo que quieren es seguir arrogándose el título de la izquierda pura.

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