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El promedio de los últimos sondeos de septiembre que elabora Electocracia.comÁngel Ruiz

Barómetro de encuestas

PP y Vox superan los 12 millones de votos y cierran el paso a cualquier intento de remontada de Sánchez

El partido de Abascal gana peso en el bloque de la derecha con su ascenso imparable, que le sitúa en 54-56 escaños. Feijóo sigue igual y el PSOE se recupera ligeramente a costa de Sumar, magro consuelo

Los primeros sondeos del curso confirman una tendencia que, salvo para José Félix Tezanos y su CIS, es indiscutible: el bloque de la derecha sigue avanzando millas y supera los 12 millones de votos, rozando los 200 escaños, ante una izquierda que bastante tiene con achicar agua. El único consuelo para Pedro Sánchez es que el PSOE se mantiene a flote y recupera algo de voto a pesar de la corrupción, a diferencia de Sumar. Pero en esta España de bloques -edificados por el presidente-, tanto Sánchez como su socia, Yolanda Díaz, viajan en el mismo barco.

El barómetro de encuestas que elabora mensualmente Electocracia.com sitúa a Vox en su intención de voto más alta, aumentando así su peso en el bloque de la derecha. El partido de Santiago Abascal gana prácticamente un millón de votos desde las elecciones generales y casi cuatro puntos. Según la media de los últimos sondeos, está en un porcentaje del 16,23 %, con entre 54 y 56 escaños.

El reparto de escaños que hace Electocracia.comÁngel Ruiz

El PP, por su parte, sigue sin apenas cambios, aunque muy por delante del PSOE. Alberto Núñez Feijóo está en una horquilla de entre 139 y 141 diputados, con el 32,90 % de los votos. Lo que, calculado sobre una participación similar a la de las elecciones generales de julio de 2023 (66 % del censo), supondrían cerca de 8,2 millones de votos.

Entre el PP y Vox alcanzan una intención de voto del 49,13 %. Por ponerlo en contexto, en 2011 Mariano Rajoy obtuvo una mayoría absolutísima con el 44,63 % de los votos, cuatro puntos y medio menos. En el último Congreso nacional del PP, Feijóo prometió que trabajaría por recuperar los 11 millones de votos que obtuvo Rajoy entonces. Los números del partido de Abascal alejan ese objetivo cada vez más, aunque el líder de los populares está intentando tener un discurso propio en el tema de la inmigración, principal espoleta de Vox.

Por el contrario, Sánchez pierde casi cuatro puntos y más de 900.000 votos respecto a 2023, hasta quedarse en una horquilla de entre 113 y 115 diputados, con el 27,73 % de intención de voto. Sumar pierde prácticamente un millón y medio, de los que Podemos solo recibe 946.000. Los morados obtienen un resultado bastante parecido que obtuvo en las generales de 2008 Izquierda Unida, que es el partido con el que los de Ione Belarra aspiran a asociarse de cara a los futuros comicios: 3,8 % de voto y unos 946.000 votos.

El ascenso imparable de Vox en los últimos meses ha aumentado las cábalas sobre un posible adelanto electoral de Sánchez, cuya estrategia pasaría por agitar una vez más el miedo a que Abascal esté en un hipotético Gobierno de Feijóo. Exactamente lo que hizo hace dos años. Pero la actual división en tres de la izquierda y sus malos resultados, encuesta tras encuesta -salvo en el CIS-, alejan esa opción. Entre el PSOE y Sumar pierden 10 puntos de intención de voto respecto al verano de 2023. Y podrían ser más, pero el caso PSOE y los de la mujer, el hermano y el fiscal general del Estado están teniendo una repercusión limitada en el voto socialista.

No obstante, el presidente se encuentra inmerso en una estrategia de movilización del electorado de izquierdas, a escasos meses del inicio de un nuevo ciclo electoral. En el primer semestre habrá elecciones en Castilla y León y Andalucía, y también suenan campanas en Aragón y Extremadura si Jorge Azcón y María Guardiola no consiguen aprobar sus Presupuestos.

En esa estrategia de movilización ha ocupado un lugar preeminente durante semanas el drama de Gaza, hasta que al presidente se le empezó a volver en contra. Por dejar tirada a la Flotilla en aguas de exclusión israelíes, por la división en su Gobierno motivada por el plan de paz de Donald Trump y por la puerta trasera que incluyeron los socialistas en el real decreto ley del embargo de armas a Israel. Decreto que, precisamente, ha de convalidar el Pleno del Congreso este martes, sin que el Gobierno tenga los votos garantizados.