El magistrado Enrique Arnaldo: «El Tribunal Constitucional es un VAR de la Justicia»

Enrique Arnaldo Alcubilla se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, en 1979 y alcanzó el grado de Doctor en Derecho por la misma UCM con la calificación de apto cum laude, por unanimidad, en 1995 con su tesis «El derecho de sufragio de los emigrantes en el ordenamiento español». Tiene el Diploma del Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Pertenece, además, al cuerpo de Letrados de las Cortes Generales, en el que ingresó en 1986, y en el que se mantuvo en servicio activo, salvo en el periodo 1996-2001, hasta su toma de posesión como magistrado del Tribunal Constitucional, el 18 de noviembre de 2021.

-Mucha gente se preguntará por qué un magistrado del Tribunal Constitucional se sumerge en el deporte y en concreto en deporte, en la historia de la literatura. ¿Por qué este libro?

- Es una forma de de buscar una diversión, una distracción al margen de las sentencias, que tienen sus limitaciones intelectuales. Y, entonces, si uno cultiva solamente una de sus pasiones, en mi caso el Derecho, al final se empequeñece. A mí el deporte siempre me ha gustado como practicante y como espectador y la literatura es una de mis pasiones. Soy un lector entusiasta a diario.

- ¿Ha cambiado el deporte o ha evolucionado el deporte a lo largo de la historia, al igual que han evolucionado las ciencias, el derecho,...? ¿Cuál ha sido el trabajo de documentación?

- Los grandes deportes de la historia antigua fueron las carreras y la lucha. Luego toman más intensidad los caballos, por ejemplo, en la baja de la Edad Media con los torneos y luego ya a partir de la Edad Moderna, Renacimiento, empiezan nuevas disciplinas que llegan hasta nuestros días. A lo mejor a alguien le sorprende pero el tenis nace en el Renacimiento italiano y tenemos manifestaciones de que el marido de Juana la Loca, Felipe el Hermoso, muere en un partido de tenis en Burgos. También está documentado un partido de tenis en el norte de Italia, en Florencia, entre Quevedo y Caravaggio. Fantástico. Y en el mundo contemporáneo, Shakespeare también habla del tenis, por ejemplo, en alguna de sus obras. A partir de entonces, se dará una eclosión de todo tipo de deportes: el béisbol, el rugby, el voleibol... El boxeo que ha existido toda la vida se tecnifica y se profesionaliza. Y, sin duda, en nuestros días se ha multiplicado el espectáculo. Este fin de semana en Madrid, por ejemplo, se ha celebrado un partido de la NFL que ha movilizado a 80.000 personas de todos los países del mundo. Es un. No hay nada que tenga tanta capacidad de atracción, como el deporte que, en la actualidad, frente al elitismo histórico, se ha universalizado.

El presidente del actual TC no es muy de trabajo en equipo

- Sobre todo el deporte estrella, el fútbol...

- El football nace en Inglaterra, en los College University, en una capa de la clase social alta de la población, pero enseguida los obreros de las fábricas aprenden también a jugar al fútbol y juegan contra ellos. Y así es como, digamos, tanto en Manchester, en Liverpool, en Oxford o en Cambridge juega al fútbol. De hecho, las reglas del deporte se establecen en una taberna en Londres en donde se reúnen los representantes de varios clubes, todos de élite, y deciden asumir, con unas grandes jarras de cerveza, las reglas que había establecido la Universidad de Cambridge, como universales. Las que llamaríamos reglas FIFA de hoy porque el fútbol se juega igual en todo el mundo.

- ¿Qué fácil parece, no? ¿A lo mejor sería eso lo que tendrían que hacer en la Superliga para ponerse de acuerdo? ¿Qué le parece el proyecto?

- La idea, como concepto, es muy empresarial. Hoy el fútbol de élite es un es un negocio superlativo. Entonces vemos como la NFL juega en Madrid un partido y ha jugado algún otro en Alemania y resto de Europa. Un escenario que permite mantener el nivel de de tensión entre los aficionados y el nivel salarial de los trabajos de los jugadores que ganan mucho dinero. Es evidente que las ligas nacionales se quedan cortas pero, también, que el campo no está despejado del todo por el momento. El fútbol tiene que ser también, como se dice, sostenible y la sostenibilidad se da en función de los recursos.

- Ahí entramos en un terreno un tanto polémico porque siguiendo este criterio el deporte femenino y el masculino tendrían que ganar lo mismo... ¿Está usted de acuerdo con esta premisa?

- Yo creo que a igual trabajo, igual salario, en esto no tengo ninguna duda. Una mujer no puede ganar distinto de un hombre estando en el mismo nivel y en el mismo tipo de trabajo, pero el deporte depende de otros factores y, hoy por hoy, yo creo que no se puede equiparar el nivel de difusión, atención y movilización de uno y otro.. Entonces estará en función de lo que sean capaces de generar.

- Usted se ha declarado forofo del fútbol. ¿Puede un juez confesar cuál es su equipo favorito?

- Así como los jueces no podemos, ni debemos efectuar manifestaciones políticas, hasta el punto de que tenemos prohibido pertenecer a un partido político, lo cual me parece lo razonable, todos los jueces tenemos que tener una ideología y, por supuesto, nuestras preferencias deportivas. Yo soy madridista. Nací muy cerca de donde era entonces el estadio de Chamartín y aunque mi padre no era nada futbolero, yo me hice del Real Madrid que, como cuenta Jardiel Poncela en uno de sus libros, es el equipo de Dios. Y desde que Dios se hizo madridista, el Madrid empezó a ganar ligas y empezó Zamora a parar todos los penaltis que había entonces.

- ¿Cuál ha sido el mejor entrenador del Madrid? ¿Y de la selección española?.

- En el Madrid de mi niñez, desde luego, el mejor de todos era Miguel Muñoz, porque estuvo 12 ó 14 temporadas. A mí me ha gustado mucho el estilo de Vicente del Bosque y el de Zidane porque no me gustan las personas con temperamento agresivo y, no me importa decir el nombre, no me gustaba Mourinho, porque creo que no iba con la idiosincrasia del del Madrid. Y, como seleccionador de España, hombre, sin duda, Del Bosque, pero tambièn el actual seleccionador nacional, Luis de la Fuente, me parece un súper entrenador, por su talante moderado y tranquilo. Yo creo que tiene grandes posibilidades de capitanear el equipo que ganará el año que viene el Mundial.

- ¿Cree que el presidente del Constitucional debería ejercer un modelo de liderazgo similar al de un buen seleccionador de fútbol?

- Debería. Debería porque un buen entrenador es alguien que hace que todos los de dentro sean igual de importantes, tanto el portero, como los defensas, como los delanteros, como los como los suplentes. Es un señor que habla mucho con con todos, que intenta hacer equipo... porque la deportividad, a mi juicio, aparte de dignidad, de respeto, de de juego limpio, es también trabajo en equipo y el que hay en el Tribunal no es muy de trabajo en equipo.

Ahora que el TC ha entrado en una etapa un poquito más relajada, nos vendría bien ir al gimnasio a ponernos las pilas

- ¿Está el TC en buena forma?

- Creo que, como se llega tarde en edad, muy en forma no veo que estemos, se puede mejorar y, de hecho, debíamos hacer una una tabla de ejercicios para ponernos al día. El Tribunal ha estado muy protagonizado por dos grandes sentencias en estos últimos años, con las que he discrepado: la amnistía y los ERE. Ahora, quizás, ha entrado ahora en una etapa un poquito más relajada, más tranquila, que nos vendrá bien para ir al gimnasio a ponernos las pilas.

- ¿Incluimos a los toros como categoría deportiva a lo largo de la historia?

- Para mí, que soy un modesto buen aficionado a los toros, creo que forman parte de otra categoría, más relacionada con el arte. El deporte lo veo menos artístico y, sin embargo, veo un pase de Curro Romero, de Morante... y para mí sí es arte. Un arte que es muy difícil poder apreciar en el deporte moderno que, a nivel profesional, es muy físico.

- ¿Y qué le parece el uso, la incorporación de la tecnología en el deporte?

- A mí me parece que el VAR es una técnica que retrasa y que enfría mucho un partido. Al final, hace unas semanas, el Madrid-Barça en el Bernabéu hubo tres o cuatro interrupciones largas por el VAR. Los jugadores se enfrían, pierde la concentración, el público se enerva... La tecnología debería tener mucha inmediatez para no parar el partido.

- ¿Haría falta un VAR en las instituciones en general, en la vida pública?

- El Tribunal Constitucional es un VAR de la Justicia porque es un órgano de revisión que suscitan los sujetos que están legitimados para dirigirse a él. Y, entonces, se le da una respuesta. ¿En qué se diferencia del VAR futbolístico? Pues que en el VAR el árbitro encargado traslada la decisión a otro árbitro. En nuestro caso, lo que llega, se decide in situ.